Tras las elecciones, algunos pactos políticos resultan tan escandalosos, que no se concibe cómo aún no existe la segunda vuelta. |
Tres semanas después de las elecciones municipales del 27-M (2007), el PP pierde las alcaldías de León, Soria (Castilla y León) y Logroño (La Rioja). Como en España no existe una segunda vuelta en la que los votantes de los partidos minoritarios puedan redirigir su voto hacia una de las dos candidaturas más votadas, el destino de ayuntamientos y comunidades depende única y exclusivamente de los intereses políticos de los partidos minoritarios o super-minoritarios.
Lo sucedido en Logroño es un caso realmente paradigmático. Del total de 27 miembros de la Corporación logroñesa, el PP obtuvo 13 concejales, uno menos de los que tenían hasta entonces, por 12 que logró el PSOE -que sube un edil- y 2 el PR. Bien. La gestión del alcalde logroñés, Julio Revuelta, ha sido más que notable. La ciudad se ha llenado de parques y parkings, se han peatonalizado calles y se han construído recintos deportivos, se ha remodelado la vía principal de la ciudad y se ha construido un nuevo hospital... Pero ¿qué ocurre? Debido a algunos fallos de estrategia del propio PP, que van desde una floja planificación de la campaña electoral, pasando por la elaboración de una lista con gente relativamente floja, hasta una mala política de comunicación de sus logros municipales, no han podido conseguir mayoría absoluta. Y eso, en la España del Pacto del Tinell, es un problema para el PP. Zapatero se apoya en quien sea para tocar poder. Y los minipartiditos, como el PR saben que pueden aliarse con el PSOE tranquilamente, aunque no sea el partido más votado porque, a cambio, van a tener más poder que apostando al PP. Y eso es exactamente lo que ha sucedido en Logroño, donde un concejal del super-minoritario PR será el primer teniente de alcalde y el otro, el cuarto.
Lo peor de todo no es esto. Lo peor de todo es lo que depara a la ciudad de Logroño. El programa socialista prometía la friolera de un 50 por ciento de viviendas de protección oficial. Si se construyen cien, pues cincuenta. Si se construyen diez mil, pues cinco mil. Demagogia sociata que no falte. Y que tampoco falte el apoyo de los "riojanistas", que han soslayado en los pactos con el PSOE, que van a ratificar hoy en Madrid con esa eminencia, Pepiño, ya saben, decíamos que van a soslayar un pequeño dato: que José Luis Rodríguez Zapatero ha marginado a La Rioja y a Logroño durante tres años de cualquier inversión en infraestructuras y otras obras dependientes del Gobierno central. ¡Vaya riojanos!
Autor: Smith
Publicado el 14 de junio de 2007
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