Jordi Hereu, alcalde de Barcelona. |
Jordi Hereu es el nuevo alcalde de la ciudad de Barcelona. El apellido de don Jordi, para los que no dominen la lengua de Josep Plà, significa en castellano: “heredero”.
Leyendo la lista de los alcaldes de la Barcelona del periodo democrático contemporáneo, solamente encontramos ediles socialistas. Desde el año 1979, la ciudad condal no ha conocido otro modo y manera de entender su gestión que no sea desde el prisma del PSC (PSOE).
Esto no tendría más que la curiosidad estadística del dato, si no fuera por un detalle. Repasando la lista nos damos cuenta de que los alcaldes socialistas de Barcelona “recibieron” meses antes el cargo cedido por su predecesor.
Así, Narcís Serra, cuando fue elegido ministro por González allá por el 82, tuvo la generosidad de ceder su cargo a un joven Pascual Maragall para que se fogueara hasta las elecciones del 83.
Maragall salió elegido alcalde, aprovechando la ventaja electoral que le otorgaba el mejor conocimiento de sus ciudadanos. Don Pascual fue el edil del diseño y de la Olimpiada, de la ciudad de los arquitectos y las plazas duras, hasta que se cansó quince años después. En el 97, creyendo que ya lo había hecho todo por sus ciudadanos, se retiraba a la vida académica en Roma, cediendo la alcaldía a su teniente, Joan Clos, unos añitos antes de las elecciones.
A Clos, estos años le vinieron de perlas para darse a conocer a sus ciudadanos y poder ser elegido en el 99. Un poco menos competente que su predecesor en el cargo, no tuvo Olimpiada, pero organizó el pastiche incalificable del Fórum, no tuvo diseño, pero sí Carlinhos Brown, sus arquitectos fueron menos brillantes, pero eso sí, consiguió que Barcelona fuera anti-taurina. Al volver Montilla a Catalunya, dejo vacante la cartera de Industria, y Zapatero llamó al buen Joan. Y éste cedió diligentemente la alcaldía el año pasado a otro político todavía más oscuro que él, Jordi Hereu, el “inventor” en Barcelona de las zonas verdes y azules para cobrar a sus conciudadanos por aparcar en la calle.
Y ahí está la gracia de que Hereu se llame hereu. Es el vástago de una estirpe que se remonta al 79. El “tataranieto” de Narcís Serra. Así que ya lo saben. Si quieren llegar a ser alcaldes de nuestra ciudad, sitúense cerca del alcalde actual y su dedo otorgador. Es PRI-mordial.
Autor: Pedro Villa Isorna
Publicado el 31 de mayo de 2007
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