Ahí te quiero ver, Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero y Etelvina Andreu, durante la campaña electoral en Alicante.

Las últimas elecciones municipales y autonómicas han dibujado un mapa claro, meridiano, prístino, a la par que acojonante en su acepción acongojante. Más o menos a la mitad de España le importa un huevo su libertad, pensando en su “prosperidad”, y a la otra mitad no le importa perder los huevos en el envite de los terroristas, separatistas y demás compañeros vírgenes y mártires. Vírgenes por delante, como Miguel, mártires por detrás, como Zerolo.

Y no estoy haciendo coña, mofa o befa de los gustos, inclinaciones u orientaciones amatorias de cada uno. Estoy haciendo política con lo que ellos hacen política y de lo que sacan provecho. Por lo tanto, que se jodan y los jodan.

A lo que voy. Ahí quiero ver a Zapatero. Más y peor Zapatero que nunca. El bobo solemne se ha encontrado con que para tocar poder en Navarra y dar contento a sus socios pistoleros, no va a tener más remedio, antes de tiempo, dado el pésimo resultado de su táctica anestesiante en el resto de España, que  pactar con los mismos terroristas que ha admitido en su banquete, pensando, como siempre y mal, que se iban a conformar con las migajas.

¿Quieres el Gobierno de la Comunidad Foral? Pacta con ANV la Alcaldía de Pamplona. ¿Y qué pasa si pactas con NB y ANV la Alcaldía de Pamplona, en pos de obtener el Gobierno de Navarra? Que no va a ver CIS que remedie lo que se avecina. 

Las elecciones municipales las ha perdido el Gobierno, como no podía ser de otra forma, por el asco que produce a mucha gente votante de izquierdas el tener lo que tiene en el Gobierno de la Nación. Y ahí el PP, el de Rajoy, Acebes y Zaplana, tiene mucho que decir y hacer. Aunque bien mirado, sólo basta que nos recuerde hasta la saciedad de que lo que tenemos es un Gobierno caprichoso, diletante y traidor.

Autor: Carlos J. Muñoz

Publicado el 31 de mayo de 2007