lunes, 4 de junio de 2018

La Causa Nostra

Iñigo Urkullu.

Por una vez voy a estar de acuerdo con el PNV. Un acuerdo parcial, si se quiere, pero acuerdo al fin y al cabo. Resulta que el portavoz de los nacionalistas vascos, un tal Urkullu, ha sugerido que el PSOE y Batasuna-ETA han pactado la forma en la que los etarrófilos se presentarán a las elecciones. Bueno, este pájaro del PNV no lo ha dicho así de claro, ni tampoco lo ha comentado como un reproche al fraude de ley que representa la actitud transgresora del Gobierno —el PNV aboga directamente por la restitución de la legalidad a Batasuna-ETA—, pero ha dado a entender que hay un enjuague social-terrorista poco conveniente. Y claro, para ellos los del PNV no es nada buena la componenda y se la toman como un acto de colusión que les perjudica bastante al considerarse la tercera parte en discordia. A ver si no, puesto que lo natural desde siempre ha sido el apaño nacional-socialista —recordemos que Rosa Díez fue consejera de turismo en el gobierno vasco— o bien el pacto de nula moralidad entre los agitadores del árbol y los recogedores de nueces, como fue el de Lizarra-Estella. 


Así pues, a partir de las insinuaciones del peneuvista Urkullu, en las que no ha sudado tinta china que digamos para exponer lo que todo el mundo piensa, uno deduce que los etarras se hacen las siguientes cuentas: Tanto de las agrupaciones independientes que no se tocarán y tanto de las listas del partido testaferro ANV que no irán al Supremo, total tantos kilos de concejales. En el bien entendido, como no podía ser menos, que las candidaturas que pasen el filtro zapaterino o el de su sayón Cándido serán las que justamente cuenten con más posibilidades de salir elegidas porque se corresponden, según lo pactado, con los feudos donde la banda de asesinos tiene opciones reales de tocar presupuesto e información confidencial del ciudadano, razón ineludible para mantener a la ETA con redoblada vidilla y facilitarle su insistencia en el noble arte de la extorsión. Ya que, como es lógico, si a través de los ayuntamientos le llegan a la banda datos significativos de las empresas o de sus directivos, que para eso ZP dejará que meta siete concejales y un alcalde en unos cuantos pueblos, ya sabrá cuánto podrán exigirle a esas empresas como aportación a “la causa nostra”. Sí, han leído correctamente: Causa Nostra

Urkullo ha añadido que no espera —léase con ironía— que el pacto se haya producido como consecuencia de que el PSOE y Batasuna-ETA “sean cautivos de su pasado”. ¡Nos ha “jodío” mayo! Pocas dudas hay de un pasado común entre el PSOE y la ETA que arranca dos años antes de las últimas generales, cuando gracias al maltratador Egiguren comenzaron unas negociaciones donde lo pactaron todo, todo y todo. Y entre ese todo, o mejor dicho, como consecuencia de ese todo, ha terminado por generalizarse en Internet esta frase tan reveladora: “La ETA tiene atrapado a ZP por los vagones”. Frase metafórica, con o sin 11-M de por medio, que viene a definir a la perfección la realidad de todo un presidente de gobierno sometido al chantaje de unos malnacidos. Y si no es así, que alguien me explique qué gana Zapatero al concederles barra libre, sin importarle demasiado que se le note la falta de escrúpulos, a unos tipos violentos que no sólo no deponen su actitud sino que amenazan de continuo con incrementarla.

Se dirá que van a ser ilegalizadas todas las listas electorales de ASB, última denominación-trampa de Batasuna-ETA, y unas cuantas de ANV, pero algo así, para los delincuentes de la Causa Nostra, es como si les ilegalizaran las que hubiesen presentado en la isla del Hierro, por ejemplo. Puritita ficción de significado semejante a la que usan los trileros: ¿Dónde está la bolita? En pocas palabras, nos hallamos ante un escenario de lo más vergonzoso para el Gobierno si no fuese tan irrisorio a la par que delictivo. No es de extrañar que hasta los del PNV, ataque de cuernos al margen, clamen al cielo nacionalista y comiencen a sospechar que quizá deban cambiar las nueces por otro producto menos necesitado de “mano (armada) de obra”. A ese respecto, me permito hacerles una sugerencia: ¿Por qué no algo de democracia y honestidad? Para variar.

Autor: Policronio
Publicado el 4 de mayo de 2007

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