viernes, 8 de junio de 2018

El empate


Según se ha podido leer durante esta semana, El Mundo de Pedro Jota y El País de Polanco están prácticamente empatados en ventas según el OJD. Es decir, para mayor claridad, El Mundo vende 221.296 ejemplares y El País 229.844. Éste es un hecho importantísimo, puesto que hace mucho tiempo que ningún medio de prensa escrita de ámbito nacional osaba toser a los de PRISA, fuera del MARCA en prensa deportiva.


Pero la noticia tiene una segunda lectura, igualmente interesante, que tiene que ver con el control de la difusión. Los métodos para determinarla se pueden agrupar en dos grandes grupos, según cómo se consiguen los datos:

• Los hay que son cuantificables. Vamos, tan fáciles como contar. Se utilizan para conocer las ventas de los libros, los ejemplares de periódicos que salen de las rotativas, o las huellas digitales que quedan registradas cada vez que entramos a una página de Internet.

• Otros, en cambio, son estimativos, utilizan la estadística. Éstos se usan para calcular la audiencia televisiva (que tengo entendido que se hace a través de la instalación de unos aparatejos en unos cuantos hogares elegidos al “azar”), o los oyentes de las radios y los lectores de los periódicos (que se determinan mediante encuestas, como las que hace (¿?) el EGM).

Examinando ambos grupos se puede sacar la conclusión de que los métodos que forman parte del segundo son manipulables y no ofrecen más que una “verdad” estadística, “cocinable” y adaptable a los gustos del mejor postor. Por el contrario, los valores que se extraen con los del primer grupo son muchísimo más fiables, y desde luego difícilmente retocables.

En el caso que nos ocupa, por ejemplo, se preguntaba Pedro Jota, cómo era posible que el descenso de ventas del El País no se tradujera, paralelamente, en un descenso equivalente de lectores. Pero, ay, es que el descenso de ejemplares es cuantificable, y el de lectores es estimable. Así que juzguen ustedes.

No deja de ser curioso que los valores de ventas de libros, de entradas en páginas de Internet y de las ventas de prensa escrita —que no se pueden “retocar”— arrojen datos en los que los autores de línea liberal obtienen muchísimos mejores resultados que los que se alinean con la izquierda. Sin embargo, curiosamente, la izquierda mantiene su liderazgo en la radio, donde el EGM “cocina” unos resultados que obtiene mediante encuestas (¿?), y en la televisión (simplemente porque la izquierda es hegemónica en este ámbito).

La cosa es que vuelven a pintar bastos en PRISA, como en los tiempos de esplendor de los extintos Diario16 y Antena3 de radio. Y el “antenicidio” es, precisamente, la solución que desde los medios del polanquismo se está reclamando como respuesta a sus males. Octavi Martí, enviado de El País en Francia, ya ha reclamado, recientemente, en la televisión pública France 5 el cierre del diario El Mundo y la cadena COPE

Así, con un golpecito de éstos cada cierto tiempo, hunden a la competencia en la sima de donde no debió atreverse a salir, y como Sísifo tiene que volver a subir la cuesta desde el fondo. Tolerancia en grado sumo (lo más plus) tienen los dioses del Olimpo del talante.

Autor: Pedro Villa Isorna
Publicado el 25 de mayo de 2007

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