La II República española, proclamada el 14 de abril de 1931, llegó impregnada de fuerte anticlericalismo. Apenas un mes más tarde se produjeron incendios de templos en Madrid, Valencia, Málaga y otras ciudades, sin que el Gobierno hiciera nada para impedirlos y sin buscar a los responsables para juzgarles según la ley. Imagen y pie: Aciprensa |
La izquierda viene demostrando con creces su espectacular capacidad para medir con doble rasero determinadas cuestiones. Vean sino, el macabro juego de la "siniestra" en torno a la cacareada "Memoria Histórica", un artilugio diseñado desde las terminales social-comunistas y nacionalistas para engendrar odio y división entre los españoles y acusar a la derecha de lo que perpetraba la izquierda.
Al respecto, y a colación del anuncio por parte de la Iglesia sobre las últimas beatificaciones de mártires españoles, señala Santiago Martín lo siguiente:
En este contexto tiene lugar el anuncio por parte de la Iglesia de la beatificación, en octubre y en Roma, de 498 mártires españoles de la persecución religiosa entre 1934 y 1937. Algunos se preguntan si, con ello, la Iglesia no está haciendo el mismo juego que el Gobierno, al recuperar su «memoria histórica» en lugar de dejar que el pasado se fuera olvidando para el bien de todos. Otros, en cambio, opinan que si unos desentierran a sus muertos los otros tienen el derecho y el deber de hacer lo mismo.
Pero claro, para algo está la izquierda retrógrada y guerracivilista. Contestación de Rebelión:
Esta medida vuelve a poner de manifiesto el doble rasero con el que la Iglesia católica mide las víctimas de uno y otro bando de la Guerra Civil, independientemente de sus creencias o ideologías. La discriminación resulta más llamativa y escandalosa en esta ocasión, pues la Conferencia Episcopal se abstiene de nombrar a los religiosos asesinados a manos del Bando Nacional –o nacionalista-, comandado por el que a la postre se convertiría en dictador vitalicio, Francisco Franco. Los crímenes sufridos por el pueblo vasco representan un buen ejemplo de esta doble vara de medir.
Es decir, que según esta "gente", por llamarla de alguna manera:
1) La Iglesia tendría que beatificar a milicianos ateos.
2) La Iglesia no debiera beatificar a sus mártires.
3) La Iglesia tendría que elevar a los altares a los curas nazionalistas que fueron asesinados por ser nazionalistas y no por ser curas.
4) La Iglesia tendría que hacerse cargo de los "horrendos" crímenes (?) cometidos contra el pueblo vasco (??).
Por supuesto que, ellos, los republicanos, los socialistas, los comunistas, los anarquistas, no deben hacerse cargo de nada, ni pedir perdón por nada. Aunque la guerra contra la Iglesia la empezaran ellos, claro. ¿O es que la revolución de Octubre de 1934 la desencadenaron los sacerdotes y monjitas de Asturias?
Bien, así es la izquierda: sectaria y rencorosa. Lo peor de todo, es que su doble vara de medir las cosas puede terminar transformándose en una siniestra estaca contra todo lo que se mueva: curas, emisoras católicas, empresarios, comerciantes o profesiones liberales. Todos cuentan para su particular aquelarre guerracivilista.
Autor: Smith
Publicado el 4 de mayo de 2007
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