sábado, 23 de junio de 2018

Anota aquí el nombre de algún socialista decente


Me hace gracia que los únicos socialistas “valientes”, capaces de expresar en voz alta lo que tantos y tantos de ellos piensan en relación a la nefasta política de ZP, sean los que en la actualidad no disponen de cargo significativo alguno y además intuyen que no van a ir en las listas o, como mucho, lo harán de comparsas o culiparlantes, tales serían los casos de Ibarra, Bono, Leguina, Guerra y la esforzada Rosa Díez, señora que representa la excepción que confirma la regla de los pájaros precitados y de otros muchos socialistas que interesadamente actúan de muditos y se llevan a casa el disgusto diario que ZP les causa.


Tengo la impresión de que esto del socialismo, aun cuando algún lector habitual de Batiburrillo me sitúe de inmediato en lo alto del guindo, es como una caldera que va acumulando gradualmente el vapor, porque la válvula que debe mantener la presión adecuada —de la desprestigiada marca “infame solemne”— es incapaz de comportarse como lo que se espera de ella y de expulsar el sobrante perjudicial, y el día menos pensado esa caldera reventará y mandará al partido socialista a hacer puñetas. Lo más lógico, considerando la dispersión que llevan aparejadas las explosiones, es que cada uno de esos fragmentos en los que estalle el PSOE acabe por formar un partidito, en espera de que alguien no tan miserable como Zapatero y con algún carisma consiga reunirlos de nuevo. Porque la inquietud social por los semejantes de uno, así como el afán por la libertad individual, que sería su complemento ideal, son sentimientos que difícilmente se extinguen por muy mal que los haya gestionado un fulano de pensamiento Alicia.

Y la explosión sucederá, probablemente, en cuanto el gran gurú mediático que los ha respaldado durante todos estos años, sirviéndose de ellos para sus negocios y depredaciones, haya pasado a mejor vida por ley natural, en cuyo caso aún habría que aguardar varios años eternos, o bien porque fuese cierto el rumor según el cual apenas le quedan uno o dos años de vida como consecuencia de una enfermedad grave. Naturalmente, hablo del fascista Polanco. Fascista demostrado en los modos y en las formas, a lo largo de toda la etapa teóricamente democrática, y fascista redomado desde sus orígenes.

Ahora bien, la agonía de España como consecuencia de este socialismo zapaterino que carece por completo de una idea del Estado —ya no hablemos de que le conceda alguna importancia a la multicentenaria nación española—, quizá podría evitarse si en la actualidad existiera ya, dentro de las filas del propio PSOE, un persona con cara y ojos —y por supuesto con honradez—, que al ver el comportamiento del miserable sujeto que ha presidido el Gobierno durante más de tres años, añadiéndole a diario fechoría tras fechoría a ese comportamiento, se sintiera dispuesto a plantearle la batalla política en el próximo Congreso Federal del partido, que deberá convocarse, de no mediar un pucherazo interno de la actual Ejecutiva, como máximo para el mes de julio de 2008, fecha en la que, si el pueblo español lo quiere y las televisiones lo permiten, a ZP se le habrá jubilado ya de la política activa.

Sin embargo, y destinada a los conocedores del PSOE, la gran pregunta sería: ¿Conoces a algún socialista capaz de hacerlo bien, de ser honrado, de poner orden entre tanto gallito y de motivar a esos miles de militantes que se sienten asqueados ante el peor gobierno que ha tenido España en cualquier época? Y no me refiero a los bocazas citados al principio, hablo de algún político con fundamento, como cierto alcalde del cinturón rojo de Madrid, por ejemplo. Dime, ¿conoces tú alguno más? Si es así, no dejes de anotar aquí su nombre. 

Autor: Policronio
Publicado el 26 de junio de 2007

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