Javier Gómez Bermúdez, durante el juicio del 11M. |
¿Es Bermúdez un juez sobrevalorado? En el juicio del 11-M, ¿nos hallamos ante un tribunal más solemne que independiente, más rígido en lo accesorio que deseoso de hallar la verdad? Eso es algo que sólo se sabrá cuando se conozcan los razonamientos de la sentencia. Ahora bien, a estas alturas del proceso se le va a presentar la posibilidad a Gómez Bermúdez de demostrar a los españoles que siguen el asunto, probablemente unos cuantos cientos de miles, hasta qué grado está dispuesto a ser concienzudo para desvelar lo que se ha venido llamando el “arma del crimen”: los explosivos.
Una parte de los peritos asegura que en ciertas muestras analizadas, supuestamente procedentes de los focos de explosión de los trenes, se han encontrado sustancias que no encajan con el denominado explosivo “oficial”, la Goma2 ECO, lo que de ser cierto representaría cuestionarse la labor instructora de Del Olmo y la fiscal Sánchez y lo que, a su vez, podría determinar que los inculpados fueran absueltos como cómplices o colaboradores en la trama previa a la masacre y se hiciera preciso apuntar en otra dirección o bien determinar que los “suicidados” de Leganés actuaron solos.
Pero otra parte de los peritos, al parecer la más próxima a las tesis oficiales, asegura que esas trazas halladas de sustancias “inconvenientes” son debidas a la contaminación. Ambas posturas irreconciliables parecen haber llevado la prueba principal a un callejón sin salida. Y hablo de prueba principal porque la Goma2 ECO encontrada en la mochila de Vallecas, las vías del AVE, la Kangoo o la casa de Leganés, que según vamos averiguando en el juicio guarda una relación circunstancial con los verdaderos atentados, son evidencias más que “contaminadas” por determinados vacíos de custodia o actuaciones y contradicciones policiales.
Por eso comento que la prueba del nueve para Bermúdez, si quisiera pasarla con éxito, sería la de aceptar la exhumación de algunos cadáveres de fallecidos en el atentado. Así lo propone el grupo de peritos no afectos al “Acebes mintió”, lo que a su vez da una idea de la confianza que ahora posee ese grupo respecto a que el explosivo no fue Goma2 ECO. Es más, no existe seguridad alguna en las muestras que hasta ahora se han venido analizando. Y no existe debido a que nadie ha podido garantizar ni el origen de su recogida ni la cadena de custodia de las mismas. Quizá parezca un poco fuerte lo que voy a escribir, pero a estas alturas del proceso sólo los muertos pueden contarnos qué los mato. Bermúdez, se te presenta la prueba del nueve. !No nos falles!
Autor: Policronio
Publicado el 2 de mayo de 2007
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