ZP, dos siglas que definen una acumulación de tropelías políticas

Una de las tropelías de ZP es haberse echado en brazos de los etarras, como se desprende del montaje de la imagen.

Tres mil vidas humanas y 1.5 millones de ilegales, ¡en poco más de un año!, es cuanto ha dado de sí la desastrosa política de emigración del gobierno Zapatero. ¿No hay como para echarse a la calle a preguntarle al gobierno socialista en cuánto valora la vida de una persona? ¿No hay, por este solo motivo, como para exigirle a Caldera y al propio presidente que dimitan? Y eran estos mismos sujetos los que durante meses y meses encabezaron manifestaciones del "No a la guerra". Pues que sepáis, inconscientes, que existen muchas clases de guerras y que vosotros, con vuestra alocada llamada a los desesperados del tercer mundo, habéis sido los responsables directos de unas muertes aterradoras en el mar o de unas vidas sin futuro digno de tal nombre para los que no lograron ahogarse.

¿Y qué decir de los miles y miles de delitos, contra la propiedad y la integridad de las personas, que tantos emigrantes sin ocupación están cometiendo en los últimos meses? ¿Dónde está la responsabilidad del Gobierno a la hora de proteger a los españoles?  Raro es el día que no se lee uno u otro caso de asaltos a viviendas, con o sin sus ocupantes en el interior; atracos a bancos, comercios y gasolineras; violaciones o altercados callejeros; ocupación de fincas por gentuza que proclama un estilo de vida "alternativo". Todo sin mencionar una kale borroka en notable ascenso en Vascongadas, así como una ciudad de Barcelona tomada por la mendicidad, los magrebíes, los pakistaníes, los de la Europa del este, todos desocupados y con signos evidentes de vivir atrincherados en el barrio del Raval y de paso evitar que cualquier ciudadano pueda deambular libremente por las calles de ambos lados de las Ramblas. 

En efecto, no solo caracteriza a este gobierno de inútiles su mal hacer a la hora de enfrentarse con el terrorismo etarra, o su nula capacidad de reacción ante el enorme desequilibrio comercial, o su incapacidad para solucionar la falta de agua en todo el Levante español, o sus descarados planes para empeorar más, si cabe, una educación destinada a crear borregos analfabetos mediante la "Educación para la Ciudadanía". No, todo eso y mucho más son sólo los complementos de un sistema destinado a la más rastrera de las políticas de Estado: la que permite que en Cataluña, por ejemplo, se pasen por detrás la tímida reforma de impartir una hora más de castellano en los colegios, mientras los nacionalistas contraatacan por boca del infame Carod y proponen "Un acuerdo nacional (de Cataluña, por supuesto) para fomentar el uso del catalán". Bien, pues esta forma tan lamentable de llevar las riendas de la Nación española es lo que hay que reiterar una y otra vez hasta las elecciones generales de 2008.

Dijo el perro al hueso: "Si tú estás duro, yo tengo tiempo". Aprovechemos los amantes de la libertad para perseverar, a cara de perro si es preciso, y tratemos de roer el putrefacto hueso que nos ha tocado en suerte con este gobierno de incapaces. Carlyle vino a decir algo así, "la constancia te hará poseedor del mundo entero". Nadie quiere ser el dueño del mundo, al menos yo no, pero sí de la libertad individual, la seguridad de los míos, el derecho a una educación adecuada para los jóvenes, el prestigio y unidad de la patria -malversado dentro y fuera de ella por ZP- y, sobre todo, la actuación decidida de los políticos que fueron elegidos para gobernarnos y llevan meses y meses desistiendo de esa alta responsabilidad.

El propio Felipe González, según informa Libertad Digital, acaba de declarar que Zapatero "sólo" ha trabajado con la hipótesis de que la negociación con ETA "podía salir adelante" y subrayó que en la lucha contra el terrorismo "se debe trabajar con dos, con tres o con cuatro hipótesis". ¿No es esto desistimiento de responsabilidades? ¿No nos hallamos ante un perfecto incapaz que maneja a tontas y a locas el timón del -para él- cayuco?  Que conste todo ello a la hora de depositar el voto.

Autor: Policronio

Publicado el 17 de enero de 2007