Bermejo, el ministro de Justicia (a la izquierda) y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, fueron juntos a una cacería ilegal en la provincia de Jaén (1). |
No hace mucho el ministro Fernández Bermejo afirmó que el Consejo General del Poder Judicial se hallaba en una situación ilegítima, de lo que se deducía con claridad meridiana que cualquier resolución que adoptase el CGPJ podría ser recurrida ante el Supremo. Incluso antes de que esa declaración fuese pronunciada, hubo quien recurrió el nombramiento del juez Gómez Bermúdez para el cargo de presidente de la Sala Penal de la Audiencia nacional, que curiosamente lleva aparejada la presidencia del Tribunal que entiende sobre el juicio del 11-M.
Pues bien, el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso sobre el nombramiento de Gómez Bermúdez y uno de los argumentos usados ha sido el siguiente: “Un Consejo General del Poder Judicial que se encuentre en funciones por haber vencido el plazo para el que fue designado desempeña su actividad institucional con plenitud de competencias y sin restricción alguna, tal como puede deducirse de la trayectoria histórica de este órgano constitucional, donde no se ha observado ninguna desviación sobre sus actuaciones cuando sus integrantes estaban en funciones”.
Naturalmente, lo primero que ha dicho el abogado de los interesados en que Gómez Bermúdez no presida el juicio del 11-M, esos que todos sabemos quiénes son, es que recurrirá la decisión del Supremo ante el Tribunal Constitucional. Sí, hijo sí, ya puedes recurrir. Con un poco de suerte, el TC fallará a tu favor justo antes de que se dicte sentencia por lo del 11-M y... vuelta a empezar. Eso sí, con independencia de la decisión final del Constitucional, lo que es evidente es el ridículo tan espantoso en el que ha incurrido el nuevo ministro, un sujeto, por otra parte, acostumbrado a que la Justicia le saque los colores como consecuencia de su palabrería resbaladiza o su larga mano para la demanda facilona e improcedente. ¡Menudo pájaro el nuevo “Justicia Mayor del Reino”, digno del gobierno donde se integra! Me pregunto si alguna vez le habrá empatado a alguien una demanda.
Al respecto de todo este asunto, y para que se distinga una vez más de qué lado se encuentra el sentido común, véanse estas declaraciones del popular Acebes: "Mi partido está dispuesto a llegar a un acuerdo con los socialistas para renovar el CGPJ, de hecho, se habían iniciado ya las conversaciones con este objetivo e iban por buen camino. Pero hubo una intervención corrosiva de Zapatero, que optó por romper las posibles vías de pacto con la oposición. Si tenía que elegir al peor ministro para llegar a un acuerdo, ha acertado. Lo demás, es una representación. Si quisiera acuerdo, no habría nombrado a Bermejo, que no sólo insulta al PP, sino al CGPJ. Si no hay renovación en los próximos meses del Consejo, que no se mire al PP, que los responsables son Zapatero y Bermejo".
Una segunda deducción que es posible extraer de la “Operación Bermejo” es el poco apego que los socialistas tienen hacia la separación de poderes. ¿Tendrá algo que ver en ello su desaforado deseo de impunidad como consecuencia de ser conscientes que en no pocas ocasiones adoptan medidas que incurren de lleno en el delito? La Justicia no es, precisamente, un poder del Estado que merezca una confianza ilimitada, dependiendo sobre todo del tipo de tribunal que a uno le toque en suerte, pero si se considera lo que podría llegar a ser con un CGPJ renovado al gusto del tándem ZP-Bermejo, entonces… ¡Señor, Señor, que me quede como estoy! Ya que si se diera el caso de unos “asaltasedes” irrumpiendo igualmente en todas las instancias judiciales, como sin duda pretenden, en ese punto no me cabe duda de que el siguiente paso serían los “tribunales populares” y la policía política, cuyas dependencias, no lo olvidemos, recibieron el nombre de checas.
(1) Bermejo dimitió de su cargo como Ministro el 23 de febrero de 2009 (a los años casi justos), semanas después de la primera huelga de jueces en España, huelga que el ministro pretendió prohibir, pero que de hecho se produjo, con un seguimiento mayoritario durante un día. El final lo provocaron las numerosas críticas (incluido desde dentro de su partido por parte de Patxi López) por participar sin disponer de la licencia necesaria en una cacería en el coto de "Cabeza Prieta" en Torres (Jaén), organizada por Bartolomé Molina, secretario general del Partido Popular en dicho municipio junto a otras 50 personas, entre las que se encontraba el Juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, que en ese momento instruía la causa del Caso Gürtel donde había imputados del Partido Popular y el Comisario General de la Policía Judicial, responsable del servicio que está investigando la supuesta trama de espionaje en el seno del PP de Madrid. (Fuente: Wikipedia)
Autor: Policronio
Publicado el 2 de marzo de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.