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Que nadie lo dude, la Memoria Histórica se basa exclusivamente en el rencor y en el deseo de eliminar adversarios políticos. |
El grado de sectarismo e incompetencia del actual presidente del Gobierno de España es tal que, con el fluir de las semanas, esta bitácora se ve obligada a abordas nuevas temáticas que, desde luego, hace tres años eran insospechadas para los componentes de Batiburrillo. Es por eso por lo que Policronio recomendó ayer abrir una nueva categoría en la que, bajo el nombre de El Memoriazo, vayamos aglutinando los posts dedicados a esta nueva Ley para descerebrados (desbarran), enfermos de alzheimer (no recuerdan) y tuertos (no ven más que la mitad de la realidad).
Anoche pudimos comprobar en "Infamia" Semanal una diferencia existente entre Rodríguez y González. Con González todas las semanas teníamos un "informe" sobre Chile, Filipinas, Argentina o Sudáfrica, las cuatro dictaduras derechistas del planeta de los años ochenta. Con Zapatero tenemos lo mismo y, encima, las mentiras y bufonadas de la progresía rencorosa sobre la Segunda República y la Guerra Civi. Más madera, más madera...
Todo este galimatías revanchista es típico de perdedores amargados y de gentes faltas de la generosidad suficiente para mirar al futuro sin odiar desde el pasado, de gentes cuyo odio les impide siquiera reconocer algunos "detalles" de nuestro pasado como la sangrienta revolución nacionalista-socialista de 1934 o el proceso de proletarización agudizado por el jenízaro Largo Caballero. El pasado día 15, Pío Moa escribía unas observaciones al Memoriazo que vamos a reproducir a continuación:
1.- Quienes luchan por la libertad bajo una dictadura y sufren por ello no necesitan reparación moral. La tienen automáticamente.
2.- Cosa distinta es que bajo la reparación "moral" se escondan otras pretensiones. Económicas, por ejemplo. O políticas, contra algún partido democrático.
2.- El franquismo fue una dictadura, pero es falso decir que sus víctimas lo fueron por luchar por la democracia. El franquismo no derrotó a la democracia, derrotó a la revolución, derrotó al estalinismo.
3.- Quienes destruyeron la democracia fueron las izquierdas del Frente Popular, y con ello causaron la guerra civil.
4.- Revisar los procesos del franquismo es inviable jurídicamente, pero podría ser muy conveniente historiográfica y políticamente: recuperaría la memoria de los crímenes, realmente extraordinarios, cometidos por el Frente Popular contra las derechas y los cometidos entre las propias izquierdas, unos partidos contra otros. La memoria, también, de la conducta de sus jefes.
5.- El argumento de que los juicios del franquismo no tenían garantías suficientes es solo un pretexto para disimular el intento político de reivindicar a los culpables de esos crímenes mezclándolos con los inocentes, todos ellos en calidad de "víctimas".
6.- Ese argumento obligaría a revisar todos los procesos de los tribunales populares y otros asimilados, así como todos los anteriores en la historia que no se adecuen a las exigencias actuales de garantías judiciales. Una buena tarea para los historiadores, pero ridícula desde el punto de vista jurídico
7.- Quienes proponen la ley de la memoria histórica se sienten herederos del Frente Popular, y lo son. Herederos de quienes destruyeron la democracia, la amenazan gravemente de nuevo. Ley contra la verdad, contra la democracia y contra la reconciliación.
Vaya desde aquí nuestro apoyo a tales observaciones. Sólo la infecta mente de gentes como Zapatero o el proetarra Carod Rovira es capaz de desbordar el marco de la transición española para instalarse en la venganza y el rencor y devolver a los españoles a lo peor de sus páginas.
Un último apunte: si siguiéramos el Memoriazo al pie de la letra, cabría perfectamente una reparación de la memoria católica. Decenas de víctimas católicas son muchas, demasiadas víctimas para quedar en el olvido.
Autor: Smith
Publicado el 17 de diciembre de 2006
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