Juan Pablo II y Pinochet |
A
estas alturas de la película, no hará falta explicar por qué los
mismos progres que han ocultado los cien millones largos de víctimas
de ese marxismo que abrazaba Salvador Allende, han explotado las dos
o tres mil víctimas del régimen de Augusto Pinochet. Y lo han hecho
más que David Beckham explota
su
imagen personal. Ya sabemos, como escribía Dogson: de lo que acusan
perpetran. ¡Y de qué manera!
El
caso es que hoy nos hemos topado con el siguiente rebuzno de esa
terminal digital laicistoide que tiene por nombre El
Plural
-naturalmente
que el referido medio se caracteriza por todo menos por la
pluralidad-, donde aseguran que: En
la COPE justifican el golpe de Pinochet (enlace
roto). Como todo el mundo sabe, no hay peor mentira que una verdad a
medias.
Resulta
que entre los numerosos profesionales que acoge la radio de la
Conferencia Episcopal, se ha dado una pluralidad (¿sabrá
esta cuadrilla de El
Plural
lo que significa esta palabra?) de opiniones respecto al devenir de
la política
chilena del último
tercio del siglo XX. Entre estas opiniones se encuentra
la de Alberto Recarte, que -según
los sopenistas- ha señalado
que, en realidad “el
golpe era el de Allende y su partido”,
ya que el presidente conspiraba para mantener “inerme”
el
país.
Para Recarte, “el
golpe ya lo había
iniciado” el
presidente socialista Salvador Allende “y
su partido” contra
la “democracia
chilena y el Estado de Derecho”.
Como esto no tiene vuelta y está
archidemostrado históricamente,
pasemos al obligado vómito
antipapal del panfleto anticlerical:
El
Vaticano apoyó
abiertamente el régimen
de Pinochet a través
de su nuncio en Chile, Angelo Sodano. No
solo
"El Vaticano", sino la mayoría
de los
cristianos.
Al solemne Tedeum que ofició
el cardenal arzobispo de Santiago pocos días
después
del golpe militar asistieron, además
de la Junta militar de gobierno, tres ex presidentes de Chile,
incluido
el democristiano Frei. La mayoría
de la Democracia Cristiana respaldó
a las Fuerzas Armadas en su golpe para evitar que Chile terminara en
la órbita
soviética
en la que habían
terminado Cuba y Nicaragua. Así
que, "vaticanos" aparte, parece ser que la experiencia
revolucionaria de Allende empujó
a la gran masa de conservadores y católicos
a apoyar al dictador. ¿Tendrán
que ver en esta cuestión
el terrorismo de extrema izquierda, el caos económico,
el asesoramiento soviético
o el hundimiento del país
que caracterizó
al
allendismo?
El
propio Juan Pablo II visitó
al dictador en Santiago de Chile el año
1987. Su viaje fue muy polémico
y suscitó
un gran escándalo
en todo el mundo. Juan
Pablo II ha visitado países
de todo tipo y condición.
¿Por qué
no iba a hacer lo mismo con Chile? Su viaje solo
suscitó
"escándalo"
entre dos grupos de personas: los no católicos
y los católicos
que anteponen
sus ideas revolucionarias a la "fe" (?) cristiana (véanse
los Gonzalo Arroyo, Gutiérrez
Fuente...). Todos sabemos que los designios del proyecto marxista de
la Unidad Popular de Allende fueron abrazados por la mayoría
de los jesuitas, Cristianos por el Socialismo, etc. Pero no tenía
otra cosa el mundo entero que escandalizarse por la visita del Papa a
un país
mayoritariamente cristiano. ¿Es que ochenta mil abortos al año
-solo
en España-
no deben "suscitar más
escándalo"
a un cristiano que una visita del Papa (y Jefe de Estado del
Vaticano) a un país
mayoritariamente católico,
independientemente de su forma de Gobierno? No estaría
mal que los "coleguis" de El Plural indaguen al respecto.
Autor: Smith
Publicado el 12 de diciembre de 2006
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