lunes, 21 de mayo de 2018

¿Me habré vuelto de la derecha extrema?

En el liberalismo, que es la ideología confesa de los participantes de este blog, entendemos que lo primordial es la igualdad de oportunidades y a partir de ahí que cada cual actúe según su valía.

Buena pregunta. Y viene a cuento el planteamiento, porque don Pepe Blanco, el Bachiller, anda diciendo por ahí algo así: en la manifestación por excelencia va a salir a la calle la derecha extrema. Es decir, que poco más o menos los que vamos a ir a esa manifestación —no haré mención a los “aguiluchos”— somos incapaces de apreciar las finuras democráticas que adornan al partido de la “honradez” centenaria y la vacación permanente.


Bien. Es muy probable que acuda a la manifestación con mi familia y si la cosa se tuerce que la vea íntegra en Popular TV o por Telemadrid. En cualquier caso, me considero aludido por el Bachiller. Y ello merece el planteamiento de una serie de cuestiones, en orden a calibrar cuán de derecha extrema me he vuelto, a la vista del desgobierno imperante, con antecedentes en la Segunda República y el “trecenio negro” felipista, al que acabarán haciendo bueno, a pesar de todos los pesares. 

¿Será cosa de la derecha extrema mosquearte porque, del Rey abajo, se espiara a todo bicho viviente? Primeros años ochenta.

¿Será cosa de la derecha extrema mosquearte porque se les vendiera las empresas expropiadas a RUMASA, expropiación mafiosa, a precio de saldo a los amigos del Excmo. Sr. Presidente del Gobierno, Don Felipe González Márquez?

¿Será cosa de la derecha extrema mosquearte aún más, al percibir o intuir las obscenas presiones que sufrió nuestro más Alto Tribunal a propósito del caso RUMASA?  

¿Será cosa de la derecha extrema no estar de acuerdo con la aplicación y utilización, respectivamente, de un Código Penal inexistente y una Ley de Enjuiciamiento Criminal ausente de la Gaceta? Porque no otra cosa fue el GAL, cal viva incluida.

¿Será cosa de la derecha extrema oponerse a que desde el Gobierno y el partido que lo sustentaba se extorsionara a las grandes empresas? Porque no otra cosa fue “FILESA, MALESA y TIME SPORT”.

¿Será cosa de la derecha extrema que a propósito de lo anterior te mosquearas porque ciertos prebostes socialistas cambiaran con extrema facilidad de casa, coche y cama?

¿Será cosa de la derecha extrema mosquearse porque el “miemmano” “der” Vicesecretario General de la PSOE se lucrara a base de cafelitos y más cafelitos, que es “to pal pueblo”, con el cabreo consiguiente de los currantes que se colocaron en los ochocientos mil puestos de trabajo, que nos prometió el mismo que nos iba a sacar de la OTAN sí o sí y que luego fue no que no?

¿Será cosa de la derecha extrema que te fastidie que tus impuestos se destinen a la dotación y saqueo del fondo de reptiles? Porque no otra cosa fue el caso “fondos reservados”.

¿Será cosa de la derecha extrema, que te fastidie aún más que los fondos destinados a la Cooperación Exterior siempre acabaran en las mismas manos: EDUCTRADE, Editorial Santillana, etc.?

¿Será cosa de la derecha extrema que te joda que la Direct ora del BOE nos estafe?

¿Será cosa de la derecha extrema andar todo el día crispando porque el Gobernador del Banco de España se lo llevó crudo?

¿Será cosa de la derecha extrema andar todo el día crispando porque las concesiones de radio y televisión siempre van a los mismos?

Si es así, yo soy de la “derecha extrema”.

Los que anteceden son unos párrafos destinados al recordatorio de los lectores más jóvenes. Las razones existentes en la actualidad para ser de la “derecha extrema” nos las ofrece continuamente el Gobierno de ahora.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 8 de marzo de 2007

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