miércoles, 2 de mayo de 2018

Hemos rebasado el medio millón de lectores

 La natural modestia no me impide decir que otros contadores de visitas no menos acreditados que el Webstats4U, como pueda ser el StatCounter, ya nos adjudican el medio millón de visitas solamente en el 2006. Aquí está la prueba.

Batiburrillo celebra sus primeras 500.000 páginas vistas y… contando. Avalan esas visitas, a día de hoy, 1.968 artículos de elaboración propia, algunos de hasta siete páginas —que conste—, y 21.596 comentarios de nuestros visitantes, lo que hace un promedio anotador de once comentarios por artículo. En el último año hemos contado con una docena de excelentes firmas invitadas, entre los que cabría destacar al ilustrador Janario o al destacado analista Pedro Villa Isorna, pero también a otros buenos amigos que han insertado un total de 41 artículos de magnífica factura.


Dentro de nuestra casa madre, Red Liberal, Batiburrillo es una bitácora que, a mi juicio, viene a ocupar una posición clara y sin tapujos: El ala derecha. Sí, aquí somos de derechas y nos gusta definirnos como liberal-conservadores y amantes de la Ley. Liberal en lo económico, Estado mínimo, y conservadores en aquellos valores patrióticos y tradicionales de una España siempre en evolución pero siempre perenne en nuestros corazones. Creemos que es demasiada la sangre derramada durante siglos y siglos, en pro de la unidad de la patria y de nuestra forma de vida en común, para que ahora sintamos la menor tentación de incorporarnos ese mundo falsario e insidioso de lo “políticamente correcto”. Antes de hacer algo así, preferimos seguir nuestro propio rumbo y nuestra propia navegación, en solitario, en el Mar de los Sargazos que hoy es Internet.

Batiburrillo es una página que, en mi opinión, tiene sentido y así es aceptada por todos los que no comparten los intentos golpistas que en los dos últimos años se promueven desde el Poder Ejecutivo, en manos del socialismo radical, y desde la periferia secesionista, en manos del separatismo cismático. Porque un golpe de estado, que quede claro, no siempre lo propicia el espadón de un militar ni necesariamente va destinado a sustituir a un gobierno civil. La especialidad de la izquierda no revolucionaria es la llegada al poder para actuar desde dentro, como parece que ahora se pretende, y crear las bases de un régimen populista que se eternice en el poder. Lo vimos en México con el PRI, lo seguimos viendo en Argentina con el Justicialismo y para qué hablar de Venezuela, Bolivia y ahora Ecuador.

Aquí se denuncian sin cesar, analizando a fondo esa denuncia y apoyándonos muchas veces en comentaristas de primera fila, cuantas disposiciones de unos y otros atacan la libertad individual y quiebran la igualdad de las leyes para todos. Sí, se denuncia con pelos y señales y se hace mediante el uso de un lenguaje recio que la prensa en general, por pudor o por temor, no es capaz de aplicarle a los malos, a los déspotas, a los arbitrarios, a los tiranos, a los que utilizan la traición y a menudo la violencia para no alejarse del Poder.

Por eso no gustamos a algunos de los que nos visitan, porque no están acostumbrados a que a sus ídolos se les acuse con esa claridad y se les afee la conducta. Recuerdo especialmente la intervención de un visitante habitual, sobre el que prefiero no citar el nombre, que en más de treinta de sus intervenciones siempre ha terminado por pedir pruebas de cuanto opinábamos. Como si esta página fuese la Web de un notario en lugar de ser una bitácora política que expresa exclusivamente el criterio de sus cuatro editores y de sus invitados ocasionales. Recuerdo también las enormes ganas que siempre me han dado para contestarle así: “Eres como ese sujeto suspicaz que dudada insistentemente sobre si el muerto, tres meses enterrado, no estaría aún vivo”.

Nuestra intención es crecer, por tal motivo hago un llamamiento a cuantos amantes de la política y el periodismo, con independencia de su ideología, quieran enviarnos sus artículos originales. Aquí serán valorados como se merecen y en su caso insertados en Batiburrillo. Este aviso va dirigido especialmente a los que ahora disponen de sus propias bitácoras y escriben bien, y a menudo, pero se encuentran algo desanimados al contar con pocos lectores. Batiburrillo puede ser un lugar de acogida para que sus inquietudes tengan el correspondiente reflejo y de paso crear junto a nosotros esa sinergia tan necesaria para los tiempos aborrecibles en lo político como los que nos ha tocado vivir.

En fin, amigos, que aquí seguiremos hasta que la normalidad política haga innecesaria nuestra crítica, lo que me da por pensar que aún deberéis aguantarnos durante una larga etapa.

Autor: Policronio
Publicado el 15 de diciembre de 2006


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.