Alberto Ruiz-Gallardón, militante del PP y sin embargo fiel solamente a su propia sombra. |
Cada día resulta más evidente que el alcalde de Madrid está más al servicio de Prisa que del Partido Popular. Fijémonos con un poco de detalle en sus perversas declaraciones sobre la más que justificada decisión del Partido Popular de no participar en ninguna tertulia ni conceder entrevistas al Grupo Prisa: "La decisión del PP de no atender las peticiones de los medios del grupo Prisa es una solución anómala que no tendría que haberse producido. Hay que trabajar para buscar soluciones para resolver cuanto antes esta situación que no agrada nadie".
Sólo desde la más absoluta indigencia moral y falta de lealtad, este antiguo 'cadáver político' repescado por el torpe José María Aznar -esposa mediante- para la actividad política de primer orden, puede hacer estas ruines declaraciones. Porque fíjense bien en lo que dice este destartalado sarcoma del apparatchik prisaico, enquistado en el partido liberal-conservador:
1º Es una solución anómala. ¿Y cuál es el problema? ¿No es también 'anómalo 'tener a todo un grupo mediático radiotelevisivo y periodístico llamando 'fascistas' y 'ultraderechistas' a los representantes de la mitad de los españoles, sin que estos hayan dado el menor motivo para ello? Hemos de pensar, asimismo, que la manera de proceder de toda esta gente -véase el reciente caso de la expulsión de Hermann Tertsch del diario polanquista El País por participar en los debates de Telemadrid- también es, cuando menos, 'anómala', por no decir que constituye un brutal ataque a la libertad de expresión perpetrado por Polanco y sobre el cual, todavía no hemos oído decir nada a Alberto Ruiz-Gallardón.
2º No tendría que haberse producido. Ya, pero no nos dices por qué se ha producido, Prisardón. No especificas si no se tendría que haber producido porque la respuesta del PP te parece inadecuada o porque Polancone debiera haberse ido al otro barrio sin insultar, zaherir y menospreciar al Partido Popular. En este punto, tu 'ambigüedad' (?) resulta harto sospechosa.
3º Hay que trabajar para buscar soluciones. Vamos a ver. Creo que no te quieres enterar de lo que pasa. Polancone, a la sazón presidente de Prisa, ha insultado gravemente al Partido Popular y, hasta que no se retracte no hay otras 'soluciones' que valgan. Un ex fiscal como tú, tiene que caer en la cuenta de la situación: el vendedor de libros de texto a Franco, Videla y Pinochet ha dicho exactamente que "hay quien desea volver a la guerra civil" y el PP es un partido para el que "vale absolutamente todo para recuperar el poder". Él, que hace desayunar a miles de españoles con asuntos tan actuales como las fosas y cementerios (de un bando), la contienda del 36 (vista por un bando), los muertos (de un bando), los maestros (de un bando), los políticos de la República (de un bando)... ha llamado guerracivilista al partido que dirige Mariano Rajoy, persona a la que precisamente no le interesan para nada todas estas engañifas pseudohistóricas tan propias de sectarios y progres sin remedio. Por lo tanto, las 'soluciones' se resumen en una sola: "Perdonen, me he equivocado".
4º Para resolver cuanto antes esta situación que no agrada nadie. Bueno, ¿a qué vienen esas prisas, Albertito? Suponemos que nada tendrá que ver el excelente trato que recibes "tú" en El País y La Ser, en comparación con el resto de políticos del PP, ¿no? No... no seamos mal pensados. Que Albertito sea bien valorado por los que llaman 'guerracivilista' al PP, es pura coincidencia. Albertito es un tipo honesto que solo y exclusivamente quiere solventar este asuntillo 'desagradable' para 'todos'.
En fin, para qué vamos a contarles lo encantada que está la gente con que el PP haya plantado cara, aunque sólo sea por una vez, al ex falangista Polanco, y lo enfadado que se le nota al yerno del ex secretario general del Movimiento Nacional, José Utrera Molina, Alberto Ruiz-Gallardón. Decía Ignacio Villa que hay que aguantar el pulso a Prisa: "Esperemos que no empiecen a salir presidentes autonómicos asustados, alcaldes cómplices, diputados azorados y secretarios provinciales aterrados por lo que puedan pensar de ellos los empleados de Polanco". Bien, poco ha tardado el más desleal de los populares, Gallardón, en aparecer en escena para debilitar la posición del PP en el citado pulso. No esperábamos otra cosa. La miseria moral y el arribismo político siempre tendrán incondicionales prestos a la ocasión. En las diferentes versiones de lo comentado por Gallardón no hemos encontrado ni una sola crítica al guerracivilista Polanco. Ni una. Gallardón se ha delatado él solito.
Autor: Smith
Publicado el 25 de marzo de 2007
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