Es posible que nos encontremos ante la primera vez en la Historia de España en la que el Partido Popular se presenta como el único objetivo a batir por la banda terrorista ETA. El objetivo prioritario de ETA, en estos instantes, es el Partido Popular, al margen de las asociaciones cívicas antiterroristas, en las que, a título individual, militan determinados socialistas, conocidos por la generalidad de la sociedad.
Sobradamente conocida es la estrategia jacobina rescatada por José Luis Rodrígiez Zapatero, consistente en el aislamiento político del Partido Popular a cualquier precio. Las raíces lejanas de esta práctica antidemocrática vienen de dos regímenes paramasónicos, el Cristeros de México en los años veinte y la Gran Logia de España de los años treinta. Regímenes en el que ni la derecha ni la Iglesia cabían. Ni por las buenas ni por las malas.
Antes de hacerse con el Poder, gracias al atentado terrorista más brutal de la Historia de Europa, José Luis Rodríguez Zapatero había cerrado junto a los separatistas ultraizquierdistas de ERC, los nacionalistas de CiU y la comparsa de turno de Llamazares en Cataluña, el llamado Pacto del Tinell: hagamos lo que queramos bajo una sola condición, ¡la derecha, fuera de las instituciones!
Un titiritero bastardo, de ideología comunistoide -valga la redundancia-, que responde por el nombre de Federico Luppi, reanudó el linchamiento del PP, proponiendo "un cordón sanitario" para aislar al partido político con más militantes de toda España. Se trataba de crear un frentepopulismo barato de tres al cuarto, en el que la lucha antifascista se tornaba en lucha anti-PP. Naturalmente que el PSOE, por boca de su portavoz López Berrido, se sumó entusiásticamente a toda esta disparatada historieta totalitaria.
A estas horas sabemos que un parlamentario del Partido Popular tenía toda una hoja de ruta con las horas y lugares por donde iba. Dicho parlamentario formaba parte de un certero atentado terrorista. Asimismo, ETA mantiene, como mínimo, cuatro comandos operativos que, suponemos, están prestos para actuar de un momento a otro.
Amigos de Batiburrillo y Red Liberal, tenemos un Presidente del Gobierno ausente que, hasta la fecha, no se ha felicitado públicamente por la detención del Comando Donosti. Su maldad llega hasta ahí. Su indignidad moral, en cambio, no tiene límites.
Hay quien dice que el único responsable de los atentados de ETA es la propia ETA. Que entrar a analizar si determinadas políticas de uno u otro partido influyen en la elección de sus atentados, es hacer el juego a los propios terroristas. Bien, esto no es cierto del todo, básicamente por tres razones:
- La izquierda abertzale es tan responsable como ETA de los atentados de la banda terrorista, puesto que está archidemostrado que ETA y el MLNV la misma cosa son.
- El nacionalismo vasco, en general, viene demostrando una complicidad tan burda y descarada con la "izquierda abertzale", que no se puede desvincular las sucesivas resurrecciones políticas de la "izquierda abertzale" de las políticas pro-batasunas del PNV y EA.
- Por último, cuando un Gobierno, como el de Zapatero, mantiene un proceso de negociación con una banda terrorista y esta decide atentar contra un miembro del partido de la oposición, cabe adjudicar al Gobierno la responsabilidad derivada de la mala conducción de dicha negociación. Máxime cuando, salvo honrosas excepciones, se está facilitando a ETA su resurrección.
Autor: Smith
Publicado el 4 de abril de 2007
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