martes, 8 de mayo de 2018

Estrategias siniestras: matar al mensajero

Tras el atentado etarra en la T4 de Barajas, luego de un paripé de Zapatero que incluyó la "suspensión temporal" de los contactos con la ETA, llamada a Ibarrtxe para que intermedie con "esos muchachos" que mueven el árbol... Y vuelta a empezar. 

Todas las terminales izquierdistas, especialmente las monclovitas, vienen acusando al presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, de haber sido quien filtró la intervención del jefe del Ejecutivo en la Conferencia de Presidentes en la que se refirió al atentado de la T-4 como «trágico accidente». Naturalmente que ni una de estas terminales difusoras de odio bolchevique y propaganda sociata, se ha detenido un solo segundo a analizar la gravedad de este nuevo "lapsus" (?) de Zapatero. Posiblemente porque piensen lo mismo, no le den más vueltas.


El caso es que, como señalábamos en el post anterior, son muchos los satélites zapateriles dedicados a zaherir y aislar al Partido Popular. Uno de estos está representado por un personaje histriónico, chusco, patético... cómo les explicaríamos... un tipo con una exquisita finura, hizo bromas prostáticas de «cuarto de baño» sobre Sanz, de dudosa elegancia y tono tabernario, como ya hiciera en un plató de televisión cuando relató cómo orinó junto al Rey Olaf de Noruega en la boda de los Príncipes de Asturias.

Bien, pues ha sido el presidente cántabro, Miguel Angel Revilla, el encargado de matar al mensajero. Pero, de los "accidentes", nada de nada. Ya saben, molestan a la estrategia del Gobierno. Y de sus satélites. Además, ¿quién se acuerda ya de los dos ecuatorianos tristemente fenecidos las pasadas Navidades en trágico "accidente"?

Autor: Smith
Publicado el 19 de enero de 2007

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