He aquí el titular del diario, comentado en el artículo (Punto Dos) y descrito como posible bandazo del director. |
¿Es una falsa impresión la que estoy recibiendo en los últimos días o Pedro J. ha emprendido un bandazo —algo no desconocido en él— en su apoyo a determinadas posturas políticas? Muchos no ignoran que el director del Mundo, Pedro José Ramírez, es de los que se decantan hacia uno u otro lado de la balanza política cuando su deseo de notoriedad o su ansia de poder, digamos mediático, son espoleados debidamente en lo crematístico. Y mucho mejor aún si se ponen a su alcance ambas “bicocas” al unísono. Todo ello con independencia de que siempre ha mostrado ramalazos gili-centristas y, con notable espíritu mercantil, siente reparos en hacerle ascos —y por supuesto agravios— a cualquier ser viviente, de ministro para arriba, que pueda solucionarle un porvenir “apañao”.
Hoy por hoy, sólo el gobierno de turno, mediante esas concesiones en medios audiovisuales que ofrece periódicamente a sus adictos, es capaz de llenarle el vacío del “alma” a gente como Pedro J. Él lo sabe y además no ignora que el mejor momento para reclamar la tajada es el año que precede a las elecciones generales. En efecto, así lo creo tras haber detectado en nuestro personaje sendos intentos en los últimos tiempos del felipismo y del aznarismo, con el resultado manifiesto de tiro por la culata, también llamado “agua” en el argot de los barquitos. Naturalmente, el periodista primero ha de enseñar los dientes durante una buena temporada —de ahí la más que posible fanfarria del 11-M— para que el repartidor de regalías sepa que se halla ante un enemigo de cuidado y que haría bien en interesarse seriamente por “lo suyo”.
Lo que ocurre es que en el caso de Pedro J. nos las habemos ante un crédulo que depone la artillería antes de tiempo o se le seca la pólvora en las promesas iniciales de su supuesto benefactor, de ahí que suela pararse cuando no debe, acostumbre a gritarle ¡sooo! si es preciso a la caballería rusticana y a mantenerse así en espera de la siguiente legislatura, que es cuando se supone que se hará líquido o tangible el “qué hay de lo mío”. Sin embargo, nuestro hombre cuenta con tan mala fortuna, o tan aparatoso candor, que cuando cree tener atado y bien atado su pequeño gran imperio mediático, pues van los políticos contrarios y ganan cuando no deben. ¡Jo, macho, y vuelta a empezar!
¿De dónde me llega mí —mortal entre los mortales— el convencimiento de que Pedro J. ha sido tentado por la largueza “desinteresada” del poder socialista? De tres detalles a cual más significativo y sin embargo, debo reconocerlo, casi virtuales. Es decir, podrían ser coincidencias en las que se ha dado más buena fe —¡ejem!— por parte del director de El mundo, que verdaderos deseos de metérsela de canto a sus agudos lectores. Veamos esos detalles:
1. El jueves pasado no dudó en polemizar a tope con Federico Jiménez Losantos. Lo hizo en defensa de lo indefendible, dando a entender que lo correcto era que el PP se sumase a una manifestación, la del 13-E, en la que probablemente los militantes del PP hubiesen sido incinerados en cal viva, o cazados a lazo, al menor alboroto y como respuesta a las provocaciones izquierdosas. ¡Pasmoso! Y eso si la policía, a las órdenes de Cándido o el Delegado gubernativo, no acababa por detener a un capazo de “fascistas”, que es como para las turbamultas de la siniestra se conoce a cualquier simpatizante de la derecha que eluda secundar el grito de “Aznar asesino”.
2. El pasado domingo Pedro J. sacó un titular en El Mundo que definía a esa jarana callejera del sábado como “La izquierda moviliza una gran multitud por la paz y contra ETA”. No, querido, ni por la paz —¿dónde está la guerra?—, ni contra la banda asesina ETA —a la que se ignoró perfectamente en los reproches— y mucho menos una gran multitud. Digamos que fueron los justitos si se considera que los más abundantes de los allí presentes estaban integrados en el gremio de los paniaguados, sea en versión sindical, sea “artística”, sea carca-intelectual —caso de Saramago—, sea retro-comunista a cargo del héroe de Paracuellos. Así, pues, tu titular del domingo atufaba a precocinado en la víspera y probablemente sólo lo hubieses omitido tal cual de haberse cancelado la manifestación. Y eso si no te pillaba con la rotativa en marcha.
3. Cuando hoy, día 15, casi toda la prensa no sectaria abre sus ediciones con las revelaciones del Gara sobre los —infames— acuerdos alcanzados con el Gobierno antes de la tregua, repito, antes de la tregua, a ti te da por soltarnos como noticia destacada el siguiente titular: “El PSOE pide al PP saber qué 'presidente o presidenta' filtró el discurso de Zapatero”, titular que has mantenido en la versión digital de tu diario hasta bien entrada la tarde. ¡Qué bochorno!
¿A qué jugamos, muchacho? ¿Qué te ha prometido el rumboso ZP —espero que no sea agua— como para que le des ese respaldo en forma de titulares y ese absurdo margen de confianza? ¿Qué te hace descartar las verdaderas noticias para dedicarte a unas filtraciones que —menuda guasa— supuestamente perjudican al PP? Claro que también podría suceder —estúpido de mí— que de nuevo te hubieses refugiado en tu casita de lo alto del guindo y no te apeteciese bajar de ella hasta mediados de 2008, momento en el que los supervivientes como tú, amenazadores de mil batallas y triunfadores de ninguna, vuelven a sacar pecho y acostumbran a pronunciar la consabida frase de “qué hay de lo mío”.
Autor: Policronio
Publicado el 15 de enero de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.