Si alguien les dijera horas después de producirse el 11-M, con todo lo que ha caído en España en los últimos treinta y seis años, que íbamos a tener al frente del Gobierno de España a un Presidente capaz de articular sentencias de esta especie: "El cambio climático origina más víctimas que el terrorismo", "Los atentados terroristas son accidentes mortales", ¿ustedes se lo creerían?
Pues bien, queridos amigos de Batiburrillo y Red Liberal, con este buey tenemos que arar. Un personaje patético cuya política antiterrorista ha sido puesta en cuestión hasta por el propio Rey (y en dos ocasiones), que no sale a la palestra ni para recordarnos que, además de practicar el esquí o la vela, está ahí para algo. Pero nada, oigan... el sujeto sigue en sus trece: mientras el Rey habla de derrotar a ETA, el iluminado nos espeta que: "Ningún aspecto permite decir que ha habido algún error". Efectivamente, no ha habido errores, sólo un par de "accidentes"... mortales. Qué impresentable, oigan.
Pocos periodistas conocen perfectamente la degradante calaña de este sujeto. Los propios correveidiles de ETA han reconocido que el mal llamado "proceso" de ¿paz? era el "proceso de Zapatero". Siempre estuvo en manos de ETA, porque la banda terrorista fue quien abrió y cerró la "tregua" (perdonen que empleemos terminología militar para coches bomba y tiros en la nuca). Y Zapatero en las nubes: "Llevamos nueve meses de alto el fuego y tres años y medio sin muertos"... ¡¡BOOOOM!!
Sobre la indecencia de este sujeto, sin currículum político ni profesional de ninguna clase (cualquier otro presidente lo tiene), basta tomar tres notas respecto a este último atentado:
1º No ha tenido la decencia de cancelar sus vacaciones a pesar de la gravedad de la situación.
2º Visita la T-4 cinco días después del atentado y allí elude decir que el «proceso» está roto.
3º Convoca un gabinete de crisis (?) ¡seis días después! de producirse un atentado que pone punto y final a la mal llamada tregua.
4º No va a comparecer ¡hasta la semana del 15 de enero! en el Congreso para explicar la situación creada tras la ruptura de la tregua por parte de ETA.
De verdad lo decimos. España tiene muchos defectos capitales, pero no se merece tener a un sujeto de esta clase al frente de la nación. No se trata ya de izquierdas o derechas, de socialismo o libertad, de retroceso o progreso... no. Se trata de unos mínimos que son necesarios para ponerse a los mandos de una nave de cuatro decenas largas de millones de personas y que este iluminado no alcanza ni de lejos. Por eso pedimos desde aquí la irrevocable dimisión de José Luis Rodríguez Zapatero. Una marcha a tiempo podría poner alguna luz en el capítulo de la Historia de España dedicado a la presidencia de este señor que presume de leonés, pero que sigue dejando a Castilla-León a los pies de la periferia.
¡Qué cruz! Haznos un favor y esfúmate, Zetapé.
Autor: Smith
Publicado el 7 de enero de 2007
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