No es Euskadi por increíble que parezca. Es Madrid, capital de España, en donde supuestamente gobierna un alcalde del PP. No son ansias infinitas de paz, es simplemente una demostración, un susurro de progre auto-afirmación tras casi tres años de paréntesis. Y es que a ver si estos "fachas" se iban a pensar que la calle era suya.
¿Qué más da que el Gobierno español siga mandando tropas al extranjero?. ¿Qué más da que sigamos aumentando nuestra presencia en Afganistán?. ¿Quién quiere un Yak teniendo dos helicópteros? ¿Importa acaso que Guadalajara y Galicia ardan?. ¿Qué vuelva el Tireless? ¿Qué más da si la culpa es del PP? ¿No?
Había que demostrar que la calle seguía siendo de la izquierda. O al menos había que intentarlo. No negaremos los esfuerzos de convocatoria de la plataforma propagandística zurda, maquinaría que, del mismo modo que nos colaba un "vota PSOE" entre gol y gol del "buitre" nos coloca en la bolsa del supermercado propaganda de "tele-polanco" y, sobre todo, convierte la rendición en diálogo y a los cómplices de los asesinos en garantes de la paz. Minucias comparadas con el esfuerzo que vienen realizando desde la caída del muro para mantener vivos unos anacrónicos y criminales ideales. Banderas comunistas en una manifestación por la paz. Cosas veredes.
El sábado el PP estuvo en su sitio. Es decir, en casa. Esperemos que Don Mariano empiece a apreciar las bondades que supone la abstinencia en el consumo de propaganda marxista. Entiendan ustedes, señores del PP, que con los que pintan acusando, los que nos apuntan con el dedo, nos insultan, nos ningunean y nos faltan al respeto no queremos nada. Como el sábado.
Que corra el aire.
Autor texto e imágenes: John Sherman
Publicado el 14 de enero de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.