miércoles, 30 de mayo de 2018

Carta a don José Blanco

José Blanco, número dos del PSOE en 2007.

Muy Sr. mío:
Al recibo de la presente, confío que esté Vd. tan bien y tan gallardo como se le ve en la tele y en la portada de su blog, en cuyo limbo debe haber amontonados tres o cuatro comentarios de quien suscribe, para mayor gloria de las redes liberales, que como contraste son el blanco preferido de los trolls en todas sus variantes, incluida la del comisariado a su cargo.


A lo que iba. Para que luego no digan que el Partido que Vd. dirige, muy dignamente, por cierto, no tiene lo que hay que tener en lo que concierne al talante y buen rollo, le voy a hacer una propuesta que no podrá rechazar. 

Como bien debe saber por la prensa, resulta que el Sr. Matas, balear para más señas y compadre de su buen amigo Gallardón, y a la sazón Presidente pepero de las Islas de Oriente, Comunidad libremente asociada a la Confederación Ibérica de Pueblos Pasmaos, ha fichado para su candidatura de la próxima contienda electoral, que a este paso habrá que celebrarla por lo criminal, a una tal Mari Pau, la cual ya ha manifestado su sana y loable, a la par que gratuita intención, de poner verde a todo cristo, militante o dirigente del PP, siempre que sea madrileño, castizo y acebiano, pasodoblero y bigotudo, zaplanero y fumador, es decir, marine de las Azores. Vamos, en una jugada calcada del inverso de Perpignan.

Es por ello, que en justa correspondencia y en orden a que el Partido que Vd. tan dignamente organiza no se quede atrás, sobre todo en lo que respecta a la manera más fashion de hacer política, que es la que tiende a disfrutar con el enemigo en casa, o como dicen en mi pueblo, a hacer el cabrón sin necesidad de calcio —Vd. comprenderá el sentido de la frase, porque ya me pusieron al tanto de sus estudios de Antropología Celtibérica—, me ofrezco libre y gratuitamente para hacer el perfecto papel de Mari Paz en esa su organización, compendio de virtudes Illinoescas, no de Ionesco, sino de Illinois, USA, años 20. Ya sabe, cuando el gansterismo de Chicago.

Y así, incluido en las listas electorales de cualquier autonomía gobernada por su partido, por ejemplo Extremadura, usaría mi tiempo dedicado a la política en poner verde a su señor padre, a su señora madre, al jefe de la Cosa, a los compañeros de partido y a los amigos del alma, que no son lo mismo. Eso sí, en los ratos libres me ocuparía de Gallardón, segunda marca PRISOE en la contienda electoral por Madrid. Y como no puede ser de otra forma, me entretendría en poner a caldo a Rubalcaba, su compadre López-Garrido, a la simple de la Trujillo, al bobo de Solbes, y, sobre todo, a la Salgado, por flaca, fea y mala leche. Por supuesto, dejaría fuera de mi labor criticona a mis colegas extremeños, más que nada, por el jamón.

En orden a los méritos contraídos para tamaña labor, le diré que éstos no me faltan. Piense que soy de la derecha más extrema y así me ahorro la lista de amigos y de enemigos a los que ahora fustigo a lo Mari Pau.

A la espera de sus noticias, atentamente suyo.

Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 20 de abril de 2007

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