![]() |
| Francisco Hernando Contreras, más conocido por El Pocero. |
Para el visitante de Batiburrillo, lo normal es encontrarse aquí con un artículo de opinión sobre noticias concretas. En este caso no va a ser así, sino que mediante estas líneas hago un llamamiento a nuestros lectores para que aporten información (y corrijan mis posibles errores) acerca de lo que podría ser (pongámoslo en condicional) uno de los pelotazos más colosales en el terreno de las promociones inmobiliarias.
Hablo de la mega ciudad (22.000 viviendas) surgida de la nada que Francisco Hernando Contreras, más conocido por El Pocero, está construyendo en Seseña (Toledo), un ayuntamiento a 32 kilómetros de Madrid que en la actualidad está regido por Izquierda Unida (5 concejales) y teóricamente respaldado por el PSOE (4 concejales). A su vez, el Partido Popular en la localidad (4 concejales) es poco menos que un convidado de piedra, o al menos eso parece si debemos juzgar por sus decisiones respecto a la promoción inmobiliaria del Pocero. Claro que, atendiendo a los rumores, hay quien asegura que Zaplana no anda demasiado lejos.
La historia comenzó en 1999, cuando el gobierno municipal estaba en manos del PSOE. Paco el Pocero inició entonces una modesta promoción de viviendas unifamiliares que le reportó un importante beneficio. Es lógico, Seseña es un municipio muy cercano a la ciudad de Madrid y cuenta, además, con parajes excepcionales donde aún es posible practicar la caza y la pesca. Posteriormente el Pocero fue desarrollando sucesivas iniciativas inmobiliarias que ahora suponen miles de viviendas en grandes bloques y que, a través de diversas manifestaciones o denuncias -como por ejemplo la que IU ha presentado-, carecen de los servicios más elementales para una población que podría alcanzar los 60 o 70 mil residentes.
El diario El Mundo, de la mano de Cacho (ahora cesado), describe así el asunto Seseña: un alucinado Manhattan en pleno secarral, con torres de 15 alturas, casi 22.000 viviendas, sin colegios, ni hospitales, ni luz, ni agua, una ciudad fantasma convertida en exaltación, metáfora enloquecida de la fiebre especulativa que nos domina, muestrario de horrores de una corrupción inmobiliaria que enseñorea este pobre país. Desde hace meses no hay conversación de altura que se precie en Madrid que no hable de Paco Hernando, el famoso pocero de Seseña, y de sus poderosos amigos políticos, entre los que se citan Eduardo Zaplana y José Bono (asunto radicalmente desmentido por ambos a quien esto suscribe).
Se habla, igualmente, de la corrupción galopante instalada en Seseña. Hay quien incluso comenta sin tapujos que el Pocero tiene en nómina a dos concejales del PSOE. No sé si algo así será cierto, pero lo que nadie puede discutir es que el trasfondo especulativo del secarral de Seseña comenzó con los socialistas en el gobierno de la localidad y, sobre todo, de la comunidad de Castilla-La Mancha. Dato, este último, muy significativo a la hora de validar determinados planes generales de urbanismo.
Digamos que la razón por la que me he decidido a escribir sobre este tema ha sido la lectura de una noticia escandalosa que lleva hoy en portada El Confidencial de Jesús Cacho, un periodista bastante maniqueo (y algo amarillista) respecto a sus fobias y filias y nada contemplativo a la hora de enfocar las noticias, algo que en el caso de sus redactores llega a confundirse habitualmente con lo que es mera opinión.
¿Quién hay, realmente, detrás del escándalo Seseña? ¿Es el PSOE castellano-manchego, inicialmente a las órdenes de Bono? ¿Es el Partido Popular, cuya ala zaplanista no renuncia a las riquezas que suponen el poder? ¿Es una conjunción de ambos? ¿Debemos incluir también a Izquierda Unida de la localidad? ¿Nos hayamos ante un lince de los negocios que es capaz de engatusar a todo el mundo y quedarse en exclusiva con los beneficios? En cualquier caso, la actividad del Pocero apesta, se huela por donde se huela, y no estaría de más que aquí se aportasen unas cuantas opiniones razonadas de quienes crean que conocen el asunto.
Para finalizar, me gustaría apelar a ese periodismo tan particular que ha puesto de moda Luis del Pino. Me refiero a los Peones Negros. Si bueno es que no cese la investigación ciudadana sobre el 11-M, ya que el Gobierno no parece en absoluto interesado en el tema, tampoco estaría de más abrir nuevos frentes que depurasen la honradez de la clase política gobernante. En Seseña todo apunta a corrupción socialista, ¿hablamos de ella? ¿La desmentimos?
Autor: Policronio
Publicado el 28 de agosto de 2006
Publicado el 28 de agosto de 2006

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.