viernes, 20 de abril de 2018

Pérdida de rumbo del Partido Popular

Ya en la primera legislatura de ZP, el Partido Popular eligió una pendiente ideológica basada en el sesteo y en dar por buena cualquier herencia de la izquierda. Pendiente por la que no ha dejado de caer y hoy (2018) pocas personas creen ya  que pueda solucionar el golpismo nacionalista de Cataluña.

Cuando un partido político pierde sus señas de identidad, a la larga termina perdiendo el control de su organización. Esto es ni más ni menos lo que le está ocurriendo al Partido Popular dirigido (?) por Mariano Rajoy.

Tras horas de negociaciones en las que el PSOE ha incluido referencias a la Asamblea Andalucista de Córdoba de 1919 y el PP a la “unidad indisoluble de la nación española”, ambos partidos han pactado el reconocimiento de Andalucía como “realidad nacional” en el nuevo Estatuto de Andalucía. Un refrito casi humorístico si no fuera porque es un asunto muy serio. Porque, amigos de Batiburrillo, ¿es que las tres primeras palabras de la Constitución Española no rezan (preámbulo) "La Nación española..."? ¿Es que la Constitución no se fundamenta (artículo 2º) en "la indisoluble unidad de la Nación española"?


Entonces, señor Javier Arenas, a ver si nos aclaramos:

1. La izquierda y los nacionalistas andaluces consiguen que la región andaluza pase a ser -no lo era antes- "realidad nacional".

2. El Partido Popular "consigue" una referencia a la "la indisoluble unidad de la Nación española". Este "conseguimiento" no vale para nada porque ya se hacía referencia al mismo en la Constitución, mientras que la "realidad nacional" andaluza no aparecía para nada en la Carta Magna, de la que emanan todos estos estatutos demagógicos anticonstitucionales y antinacionales.

El PP ha perdido definitivamente el rumbo. Torpedeada por los submarinos prisaicos encabezados por Gallardón, los pseudo nacionalistas como Piqué, los tontos útiles como Matas y Camps, que se han sumado burdamente al "festival" estatutario, e infectado por espectros centroides como Javier Arenas o Nacho Uriarte, la derecha española ha perdido definitivamente los papeles. ¿Hasta cuándo? Eso no lo sabemos, pero sí que empieza a ser irrefutable que mientras Rajoy esté al frente del PP, el desmadre está asegurado. Y lo peor de todo es que parece que el definitivo giro al centro va a ser coronado con el salto a la presidencia del socialdemócrata Gallardón. Prepárense a pagar más impuestos para financiar todos despropósitos.

Autor: Smith
Publicado el 25 de octubre de 2006

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