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| Fases de la Guerra Civil española 1936-1939. |
La guerra civil, a diferencia de lo que, según Tusell, dice el mediocre Moradiellos fue inevitable. Media España no se resignaba a morir, a ser aplastada por la marea roja que todo lo empezaba a inundar. Y cuando tras un levantamiento bolchevique (1934) y cinco meses de frentepopulismo atroz (1936), las fuerzas de Orden Público liquidaron al dirigente derechista Calvo Sotelo, media España empuñó las armas para decir a las masas proletarizantes: ¡aquí estamos! Y lo demás, amigos, es retórica. Nota: El artículo original de Moradillos en El País tiene el enlace roto, de ahí que se haya sustituido por otro en el mismo medio, a cargo de Javier Tusell, en el que reseña un libro del primero.
Los argumentos que despliega Moradiellos en el diario polancoide son infumables. Pero sobre todo mediocres y sectarios. No tiene ni repajolera idea de lo que era el Frente Popular; ni de las cuarenta actas arrebatadas a las derechas; ni de la eliminación antidemocrática del Presidente de la República; ni del brutal sectarismo de Azaña; ni de las constantes amenazas de muerte vertidas por los líderes frentepopulistas contra Calvo Sotelo y Gil Robles, entre otros; ni de la Olimpiada Roja de Barcelona; ni de la fusión de las juventudes sociatas y comunistas; ni de la escalada verbal de Largo Caballero; ni de la infinidad de edificios religiosos arrasados por la chusma progre; ni del hambre que había en casi todos los hogares españoles; ni de la infame persecución religiosa... Todo ésto le importa bien poco a Moradiellos, que escribe tanto disparate sobre la República bananera que vivimos hace 70 años, para deleite de Zapatero.
Pero escojamos de todo el artículo un par de ideas, para darnos cuenta de la manipulación del típico sectario progre, bien pagado por prisoísmo para seguir manipulando conciencias y vertiendo odio contra media España desde la mentira y la falsificación izquierdista. Lean bien, por favor:
-"Es significativo que los dos máximos dirigentes de ambos movimientos, ya a fines de 1933, hicieran declaraciones de mero compromiso accidental con la democracia: "El Partido Socialista va a la conquista del Poder, y va a la conquista, como digo, legalmente si puede ser. Nosotros deseamos que pueda ser con arreglo a la Constitución" (Largo Caballero). "La democracia no es para nosotros un fin, sino un medio para ir a la conquista de un Estado nuevo. Llegado el momento, el Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer" (Gil Robles).
-"...Así lo demostró el fiasco del golpe militar reaccionario encabezado por el general Sanjurjo en agosto de 1932 y el fracaso de la huelga e insurrección socialista y catalanista de octubre de 1934".
Suficiente. Miren, amigos de Batiburrillo.
1º) Gil Robles haría un par de alegatos, o tres a lo sumo, de corte autoritario a lo largo de toda la República. Exactamente los que hacía Largo Caballero todos los días del año.
2º) El respaldo del golpe del general Sanjurjo era tan limitado como su escaso éxito, mientras que el golpe dictatorial bolchevique (que no huelga fallida ni historias radas) y la sublevación separatista (que no catalanista), costaron la vida a unas 1.450 personas a lo largo y ancho de toda España.
La manipulación de los datos no puede ser mayor. Se compara una y otra violencia como si fueran lo mismo, pero por cada muerto que la derecha causó en la II República, la izquierda debe apechugar con diez o doce, entre otras cosas porque, de entrada, la insurrección de las huestes social-comunistas de 1.934 costó más vidas que todas las demás producidas por temas políticos durante el régimen. A partir de ahí, podemos empezar a discutir si la guerra civil fue más o menos evitable. Se pueden establecer gradaciones. Pero, al final, se diga lo que se diga, la guerra fue inevitable.
Autor: Smith
Publicado el 18 de septiembre de 2006

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