Durante unos años (los sesenta y setenta principalmente) del siglo pasado, la izquierda presumía y abusaba de conceptos como "democracia participativa", "democracia popular", "democracia directa", etc... Eran los tiempos de la Dictadura y la Transición y los progres todavía no habían tocado mucho poder, la verdad.
Pasaron aquellos tiempos y, con ellos, se evaporaron algunas ideas. Fíjense en esta decisión que acaban de tomar los superprogres del BNG, esos del Nunca Mais, la nación de Breogán y "Aznar fascista": limitar la voz de los críticos antes de la Asamblea.
A partir de ahora:
1º Sólo se podrá presentar voto particular a la totalidad de la ponencia o a un apartado de la misma, y no a una frase o parágrafo como ocurría hasta ahora.
2º Para ser aprobado necesitará el 50% de los votos de la asamblea comarcal. Hasta ahora el porcentaje era del 20%.
Lo mejor de todo ha sido la excusa montada por el "apparat": se endurecen las condiciones del voto particular porque se "abusaba" de este instrumento de debate para "fastidiar". ¡Qué lección de estalinismo, "camaradas" beneguistas! Ni el mismísimo Lavrentiy Beria lo habría hecho mejor.
Autor: Smith
Publicado el 21 de noviembre de 2006
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