Pio Moa |
La capacidad de análisis y síntesis bien argumentada de Pío Moa es difícilmente superable, hoy lo ha vuelto a demostrar mediante un folio, un simple folio, que describe con rotundidad y maestría la incapacidad de Rajoy para ejercer como jefe de la Oposición en una situación tan extremadamente grave como vive la nación española. Por eso mismo no me resisto a insertarlo completo en Batiburrillo, un hecho por el que le pido disculpas al señor Moa.
Bitácora de Pío Moa en Libertad Digital (16-10-06) (cerrada el 19 de Diciembre de 2011)
Rajoy
"El capital político acumulado por Aznar -excluyendo su pésima explicación de la guerra de Iraq y su nefasta política de medios-, más el descrédito del PSOE, debieran haber dado a Rajoy una gran mayoría absoluta en 2004. Pero él prescindió de aquel capital y de la crítica a fondo a las majaderías de Zapo. Se dedicó a hacer promesas como si saliera de la oposición sin un pasado reciente que las respaldara; y permitió al PSOE presentar mil ofertas como si no las invalidase su pasado reciente y nunca corregido. Zapo estuvo a lo ofensiva y Rajoy a la defensiva. Solo las rentas de la gestión de Aznar, a las que él no añadía nada, daban a Rajoy una victoria mínima y probablemente insuficiente para gobernar. Y al final todo lo decidió una jugada oscura y sangrienta.
Desde entonces no es que le hayan faltado a Rajoy buenas ocasiones. Por ejemplo, la nefasta Constitución europea fabricada por el corrupto etarrófilo Giscard d´Estaing. Por supuesto, Rajoy la criticó severamente, para apoyarla al fin. En lugar de una gran victoria política compartió el fracaso de Zapo, y en la ridícula posición de peón de este.
Vino la mayor traición perpetrada por Zapo hasta ahora, el mayor precio político pagado a la ETA y el separatismo: el estatuto de Cataluña. Rajoy demostró la ilegalidad del engendro, pero aceptó discutirlo en las Cortes y a continuación lo imitó en Valencia y Baleares -de momento. ¡Y poco después se ofreció al gobierno para ayudarle a evitar un precio político en los chanchullos con la ETA!
Acabamos de ver la misma táctica con respecto al envío de tropas al Líbano: tras una crítica feroz Rajoy apoya a Zapo. En torno a la investigación del 11-M, la misma llamémosle táctica: No pero sí, o sí pero no.
En algún momento, ya no recuerdo por qué, Rajoy rompió estrepitosamente la relación con el gobierno y tres días después le estaba mendigando una reunión y quejándose de enterarse por la prensa de las decisiones gubernamentales. Difícil un mayor esperpento. Y encima soportando el regodeo de Zapo y su aparato mediático: "PP, extrema derecha". En fin, para qué seguir. ¿Qué confianza puede dar esta conducta al electorado?
Y sin embargo Rajoy no es un Piqué o un Gallardón, dispuestos a traicionar cualquier principio y a colaborar con la Infame Alianza. Él ve la realidad, parece sentir la democracia y la unidad de España, seguramente supera a Zapo en inteligencia. Pero no es capaz de diseñar una estrategia acorde con los hechos y con sus sentimientos, y ahí reside la diferencia. Zapo obra con una estrategia, la haya elaborado él u otros, y Rajoy no. Su mensaje, contradictorio y desalentador hasta el patetismo, cabe resumirlo así: El gobierno realiza una política horrorosa, anticonstitucional y antiespañola, pero nosotros estamos dispuestos a colaborar con él, para evitar males mayores.
¿Qué males mayores? Obviamente, la pérdida de poltronas, obsesión de los Arriolas y tantos otros. Penúltimas encuestas: el PSOE aventaja en varios puntos al PP. ¡Y eso viviendo todavía el PP de las rentas de Aznar, porque nada nuevo o mejor se le ha ocurrido desde entonces! Parodiando a Churchill, cabría advertirles: Aceptáis el deshonor por conservar las poltronas, y perderéis las poltronas con deshonor. ¿Sabrá Rajoy aprender de la experiencia?".
Autor: Pío Moa
Presentación y compilación: Policronio
Publicado el 16 de octubre de 2006
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