Artur Mas enseña el documento que hoy, 16-10-2006, ha presentado ante dos notarios en Barcelona. (Andreu Dalmau/Efe) |
Los nacionalistas catalanes actúan como los demás nacionalistas del planeta: a modo de tribu. Son tribales por definición y sectarios por obligación. Esquerristas, comunistas, socialistas y convergentes constituyen las cuatro ramas de la tribu atribulada catalana, que a grandes rasgos se podrían agrupar en dos: nacionalsocialistas (tripartito gobernante) y nacional-convergentes (CiU). Ambas ramas tienen dos cosas en común: 1º Ideológicamente: odian a España; 2º Estratégicamente: quieren la anulación y, a poder ser, la total desaparición del PP de Cataluña.
A tales fines se consumó hace unos años un pacto político antidemocrático, típico del totalitarismo nacionalista que lleva mangoneando con el 3% y el 30% Cataluña desde los años 80'. Dicho acuerdo se llamaba el Pacto del Tinell. Todo un ejemplo de lo que una sociedad moderna nunca puede -debe, mejor dicho- hacer con un partido democrático.
Hay que decir que el sector integrista del pacto nacionalsocialista sigue manteniendo enhiesta la bandera de la exclusión de todo aquél que no sea nacionalista o, atención, socialista. Sin ir más lejos Carod ya ha advertido que el pacto del Tinell también es aplicable con CiU. Y lo peor de todo es que los convergentes, en vez de reaccionar democráticamente, exigiendo que se respete la voluntad popular y la libertad de pactos políticos post-electorales, ha preferido lanzarse, en vez de contra los integristas de ERC, contra los demonizados del PP. Y es que, amigos, el sectario Artur Mas ha firmado ante un notario un documento que incluye que no hará pactos "permanentes o estables" con el PP. Con lo cual, el Partido Popular nunca podrá formar parte de un gobierno catalán. Ni los del tripartito ni los convergentes van a gobernar con el PP. Se constata que la derecha española queda para siempre fuera de un proyecto político gobernante con cierto futuro.
La lección está clara. Vamos a ver: si el PP cripto convergente liderado por Piqué pensaba que podía hacer algo con este cachorro de Pujol, va dado. Como por otra parte tampoco puede pactar con los arquitectos del Pacto del Tinell, la única salida digna que le queda a la derecha liberal española en Cataluña es plantar batalla frente a todo este circuito de corruptos y nacionalsocialistas. Nada de contemplaciones ni mamarrachadas camboístas. Patriotismo español, constitucionalismo moderno, liberalismo económico... y a lanzarse al ruedo para defender a machamartillo estas ideas. No importa que luego llamen "derecha extrema" o "extrema derecha" al Partido Popular. Ellos son la extrema izquierda y los fundamentalistas nazis. Ellos y nadie más. Que sepamos, el PP nunca ha excluído a priori a ningún partido político en unos pactos electorales.
O se tiene todo esto claro o España terminará en manos de toda esta chusma que está pactando ahora mismo el futuro de España con una banda de asesinos.
Autor: Smith
Publicado el 16 de octubre de 2006
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