Para los historiadores de izquierdas, casi todos ellos subvencionados, incluso Don Pelayo y San Isidoro eran unos franquistas. |
Sabido es que la izquierda, cuando carece de argumentos, opta por el insulto y la calumnia hasta límites insospechados. Desde el punto de vista histórico, las terminales progresistas o sencillamente marxistas vienen descalificando a Pío Moa, César Vidal, Stanley G. Payne, etc. como "revisionistas", en una clara comparación con la corriente negacionista del Holocausto. Lamentablemente a esta campaña se han sumado otros personajes dispuestos a pescar en río revuelto. Véase el caso de Edward Malefakis, que ha aprovechado el sectarismo de Vocento, grupo mediático en claro declive, para arremeter contra los "revisionistas".
Da la coincidencia de que, cuando de la República paramasónica o de la Guerra Civil Española hablamos, los primeros en "revisar" la versión de los vencedores fueron los investigadores marxistas, puesto que durante cuatro décadas la versión oficial de los acontecimientos era, con todos los matices que se quiera, la única existente en España. Por lo tanto, quienes realmente "revisaron" primero fueron los derrotados. O sus comparsas, los tontos útiles.
Ahora mismo estamos escuchando atónitos en Telemadrid a un analfabeto funcional llamado Antonio Casado. Este indocumentado está diciendo tan tranquilamente que los muertos del bando "minero" (¿Companys lo era?) de 1934 -los ha cifrado como 1.300- fueron todos (to-dos) a causa de la represión "franquista" en la que participó muy activamente (cosa que le han recordado los otros contertulios) el abuelo -entonces "franquista"- de Rodríguez Zapatero, como figura en una esquela del diario El Mundo publicada esta mañana. Por lo visto, las operaciones militares no causaron bajas en la Revolución de Asturias. Claro, claro... ¿Por qué entonces los diputados del Frente Popular, que elevaban hasta 5.000 las víctimas de la "represión" anti-minera no pudieron hacer nada en 1936 contra los "represores"? Muy sencillo: porque la propaganda marxista, a la que todavía hacen caso los indocumentados como Antonio Casado, no podía demostrar nada. Todo fue ganar las elecciones de 1936 (pucherazo por medio) y olvidarse de las patrañas ideadas por la Comintern y aireadas por Europa por la Internacional Socialista y, como reconoció el grado 33º Juan Simeón Vidarte, por la masonería.
Las cosas fueron como fueron y... son como son. Veamos un ejemplo de revisionismo (historia ficción que culpa siempre a unos de lo que hacen los otros) del bueno. Rebelión.org: Cómo la beligerancia de Bush llevó a Corea del Norte a buscar armas nucleares. Así es la izquierda amigos: cuando quieran desarrollen industria con armamento nuclear, que luego siempre habrá alguien que eche la culpa de ello a Bush. Y a Aznar, si pueden.
Autor: Smith
Publicado el 16 de octubre de 2006
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