viernes, 6 de abril de 2018

El catalanoprogre Clos, al frente de Industria

Joan Clos

Un día, Joan Clos, alcalde de Barcelona, dijo: “La profecía neoliberal de que la apertura de los mercados y la liberalización comportaría automáticamente el desarrollo económico en todo el mundo ha sido negada por la realidad”. El mero hecho de pensar que un sujeto de este pelaje, con una fraseología tan del uso de Fidel Castro, Evo Morales o Hugo Chávez va a llevar las riendas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, es como para echarse a temblar.


Sabíamos que tenía que ser hombre y catalán. Las cuotas sexistas y nacionalistas, las primeras autoimpuestas por Zapatero, las segundas por las huestes maragallianas, así lo obligaban. Joaquim Nadal, futuro ministro de lo que le toque en la tómbola zapateril, lo dejó bien claro: "una nueva persona de Catalunya se hará cargo de este mismo Ministerio". Se le olvidó recalcar que no podía ser una mujer catalana la "elegida" por los dioses socialistas para tal encargo, pues la cuota de la igualdad intersexual se habría ido al garete.

Por desgracia, en la España del 2006, las cosas son así. Se eligen a los ministros por cuota, no por méritos. Eso de la meritocracia es cosa de los "fachas". Daniel Sirera ya nos avisa de lo que nos puede tocar con quien no ha sido capaz de gestionar las crisis del Carmelo o del aeropuerto del Prat. Lo peor, no obstante, está por llegar. Si quien piensa que la libertad de mercados no es la solución a los problemas económicos del mundo, va a dirigir los designios de la industria, el turismo y el comercio en España, mal futuro nos espera: regulaciones, legislaciones, normativas... amén de barrer para casa, o sea, para Cataluña. Y al resto de España, que nos zurzan. Esto y no otra cosa es el socialismo, amigos.

Autor: Smith
Publicado el 29 de agosto de 2006


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