Hace más de 40 años que las pintadas forman parte del paisaje vasco, y casi siempre a favor de los terroristas asesinos. |
Lo decían esta mañana varios intervinientes en el programa de Punto Radio que dirige con bastante más cordura y sensatez que Luis del Olmo, el periodista Jaume Segalés: en España no hay democracia verdadera. Mírenlo como quieran: mientras al Partido Popular no se le respete como al resto de partidos políticos, la sociedad española está abocada al fracaso.
Desde la llegada a la Moncloa de José Luis Rodríguez Zapatero, media España parece tener que soportar que sus representantes ideológicos tengan las libertades cercenadas al modo republicanoide, que es el que le mola a nuestro Presidente. En Cataluña, el PP sufre un brutal veto desde el indigno Pacto del Tinell. Si se presenta batalla al Estatuto, cada día una agresión para animar la campaña electoral. Si el PP presenta una propuesta en el Parlamento, todos a votar contra el PP. Si Rajoy acude a un acto político, manifestantes folloneros sociatas al canto. Si habla Pepiño ante la televisión desde Washington, con El Capitolio de fondo, es para arremeter contra el PP. Si abren la boca el Presi o la Vicepresi, es para dejarnos bien claro que la derecha lo lleva bastante más claro con el PSOE que la propia ETA.
Y hablando de ETA... La sede del Partido Popular en el municipio vizcaíno de Getxo ha sido objeto de un tercer ataque en lo que va de semana. El atentado se ha producido la madrugada de este sábado en la que ha aparecido una pintada en su exterior en la que se lee: "un PP muerto, un euskaldún contento". Ahí tienen la "tregua" de la que nos habla Zapatero. Claro que, si según él en la II República había "democracia", naturalmente que esto es una tregua en toda regla. Además, con estos "interlocutores", ¿quién puede dudar de las santas intenciones de una parte del "conflito" (Pepiño dixit)?
Autor: Smith
Publicado el 22 de julio de 2006
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