Francesco Cossiga |
Cuando se defiende la vileza mediante falsedades que cualquier simple aficionado a la Historia podría refutar tecleando cuatro palabras en el Google y esa defensa se hace, además, como pago a un premio otorgado por un partido político que desde su fundación no ha cesado de perjudicar al País Vasco y al conjunto de España, ese defensor entra de lleno en la categoría de sabandija política. Tal es el caso de Francesco Cossiga, ex presidente de Italia que ha llegado a afirmar que “Sabino Arana fue un pionero en la democracia cristiana, un verdadero demócrata”. Así se refleja hoy en Internet y El Semanal Digital titula la noticia como “delirio” de Cossiga.
En una página de El ojo del Buho —nada sospechosa de derechista — y referida al premio Sabino Arana, es posible leer (enlace roto) un breve artículo muy recomendable cuyo título es el siguiente: ¿Puede algún demócrata verdadero ser “merecedor” de semejante recompensa y “aceptarla” como tal? La respuesta, por lo que a mí se refiere, no puede ser más que un No rotundo. Es más, si en España imperase una democracia auténtica ya se habría eliminado cualquier signo que hiciese referencia al trastornado y racista Arana. No es posible hacer apología de gente de tan baja calaña como Arana sin caer a su vez en la depravación o la chochez como le ha sucedido a Cossiga.
Ahora bien, el mal no procede de un viejo político italiano cuya mente hace más de una década que dejó de pasar la ITV, el mal hay que atribuírselo a esos centenares de políticos del PNV que pudiendo haber evolucionado a un partido decente prefirieron acogerse a “sagrado” y mantener los principios farsantes y xenófobos de su fundador, al que le dedican calles, plazas, monumentos, fundaciones y nombres de edificios. Será para que sus seguidores no olviden que todo comenzó por un fulano desquiciado cuya doctrina debe llevarles a esa gran Euskal Herria que propugna una banda de asesinos conocida por ETA.
Publicado el 22 de junio de 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.