Decíamos el otro día que con motivo del 75 aniversario de la quema de conventos azuzada desde el Ateneo y las centrales marxistas y anarquistas, en una localidad malagueña se había producido un conato de incendio dentro de una Iglesia. Era la consecuencia del "jugar con fuego" al que nos tiene acostumbrado el insolvente Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Hoy nos hemos enterado de que cuando los Príncipes de Asturias llegaban al centro cultural Tomás y Valiente, unos treinta republicanos hicieron ver unas siete o ocho enseñas tricolor, al tiempo que profirieron gritos a favor de la República. Las banderas republicanas ondearon retadoramente al paso de Don Felipe.
A José Luis Rodríguez, nieto de un mediocre oficialete republicano al que apenas nadie conocía y que murió la friolera de 24 años antes de nacer ZP -lo recordamos porque parece como si el Presidente hubiera pasado todas sus tardes infantiles al calor del hogar del abuelete- le haría mucha gracia eso del Rey "republicano"; puede incluso que el monarca, no precisamente caracterizado por su coeficiente intelectual, entonces tampoco le prestara mayor atención a la bromita kerenskiana. Pero miren por dónde que esto empieza ya a adquirir unos ribetes jacobinos nada agradables para la propia Casa Real. Otro detalle: los dos concejales de Izquierda Unida recibieron a los Príncipes de Asturias con sendas insignias republicanas en las solapas.
¿Se dan cuenta por dónde van los tiros?
Autor: Smith
Publicado el 23 de mayo de 2006
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