"Legalidad, consenso, proceso de paz", palabras cuya sonoridad idílica, en el caso del PSOE, responden a la más pura de las falsedades. Así se argumenta en el artículo que sigue. |
No está nada mal una mala verdad —el PP es imprescindible para el “proceso de paz”— cuando defendemos con ella una buena mentira: La permisividad y posible rendición ante ETA-Batasuna a cambio del poder indefinido en el resto de lo que fue España. De tal modo piensan, a juzgar por todos los indicios, en este gobierno de degenerados que padecemos. Y si alguien no cree que sean así, degenerados, que le pregunte a Girauta, ese excelente columnista que en su artículo “La democracia de Rodríguez” deja el tema meridianamente claro y de defensa muy dificultosa para los adictos a la Secta. Luego no es complicado emular al clásico acerca de la verdad o la mentira, sobre todo cuando el gobierno de Zapatero lo pone tan espeluznante y tan inmoralmente transparente.
La portavoz del Gobierno, además de dorarle la píldora a los populares —ya veremos porqué—, se ufanó de no polemizar ni con Batasuna ni con el PP y de defender los principios de “legalidad y consenso” como guías para el “proceso de paz”. Dos palabras y una frase entre comillas: legalidad, consenso, proceso de paz, cuyo sonido es tan agradable a cualquier oído, de ahí que no cesen de pronunciarlas, como incierto es el contenido real que le dan Zapatero y los que le secundan en la labor de desguace iniciada hace dos años. En cuanto a que no polemizan con el PP, quizá sea cierto, puesto que se limitan a denigrarlo y a declararlo poco menos que ilegal en pactos como el del Tinell, donde es evidente que la situación de “imprescindible” no les parecía entonces tan necesaria. Reconocerán conmigo, pues, que no dejan de ser curiosas unas actitudes socialistas repletas de bandazos. Para ellos, el partido que dirige Rajoy lo mismo puede estar compuesto por ángeles que por demonios, según la necesidad. En cualquier caso, serán ángeles endemoniados a los que culpar de todo.
Veamos. Si a los socialistas les guiase de verdad la legalidad que proclaman falsamente, ni hubiesen autorizado la presencia del PCTV (otra franquicia de ETA) en el Parlamento autonómico vasco, ni la policía miraría hacia otro lado —consignas del fiscal Conde-Pumpido de por medio— en cada una de las actividades públicas de la ilegalizada Batasuna, tan frecuentes en los últimos meses. Si a los socialistas les guiase en realidad el consenso que pregonan de boquilla, inexistente a la hora de abolir leyes esenciales como el PHN y la LOCE —no hablemos ya de la elaboración de estatutos liberticidas al margen de todo acuerdo—, antes de declarar que se dan las condiciones para sentarse a negociar con la ETA deberían de haberlo hecho con quienes representan a la mitad de la población española y consensuar con ellos dónde es posible que el Estado ceda y dónde se le debe dejar claro a ETA que no tiene nada que hacer por mucho terror que maneje. Si tan amigos son de los pactos por escrito, hágase uno público entre el PP y el PSOE destinado a la ETA, nada de llamar a Rajoy a la Moncloa, comerle el coco y engañarle o desdecirse antes de que haya salido del recinto, que así se le queda la cara de panoli al bueno de Mariano. Eso sí, denominar “proceso de paz” al hecho de establecer conversaciones con un grupo de criminales que no cesa de reafirmarse en todas sus pretensiones, digamos que más bien es algo digno, como el uso continuado de los vocablos “legalidad” y consenso”, de unos demagogos de alto standing a quienes hay que reconocerles su única cualidad: la maestría a la hora de difundir una propaganda que jamás encierra nada que se asemeje a la verdad.
¿Por qué se le concede ahora al PP la condición de imprescindible? Los monclovitas barruntan que a ZP podría llegar a salirle el tiro por la culata, ya que no parece que hayan valorado en su justa medida —y sobre todo neutralizado— dos imponderables a cual más significativo: El coraje y la gran dignidad de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cuyo presidente Alcaráz es capaz de poner uno o dos millones de manifestantes en la calle cada vez que se lo proponga y, sobre todo, que la cenicienta y mediatizada Justicia española cuenta aún con unos cuantos magistrados, como Grande-Marlaska (muy presionado hoy en El País), de actitudes honradas y amante de la Ley, que llegado el caso no dudará en aplicársela a los criminales de ETA-Batasuna. Y si esos criminales no logran la impunidad y los fines que persiguen, Zapatero es hombre muerto políticamente hablando, si no reo de presidio, en cuanto se produzcan uno o varios atentados sangrientos o la banda confiese, sea cierto o no, que se hallaba detrás del 11-M y que el hoy presidente lo sabía antes de que explosionaran las bombas. Para el rojo confeso, las jaurías “asaltasedes” podrían voltear sus fauces y llegar a morder la mano que las alimentó. De ahí la necesidad imperiosa de contar con el PP en el farsante “plan de paz”. Se trata de interponer a los populares ante las fieras salvajes de la ETA y otros nacionalistas y culparlos de cualquier posible fracaso. No creo que Rajoy, un hombre en exceso contenido pero inteligente, llegue a alimentarse de ese cebo que se le ofrece.
De modo que en esa nave degenerada, casi podrida, que lleva a la deriva al grumete ZP, un fulano a quien no le encomendaría ni el timón de un patín de playa si yo estuviese a bordo, existen ya dos vías de agua —AVT y ciertos magistrados— que es probable le impidan llegar a buen puerto. Ese lugar idílico donde él situaría la Tercera República, más conocida por “La Populista”, que no dejaría de ser un estado pseudo democrático donde la derecha fuese testimonial y ocupara como mucho un quinto de los escaños y donde la libertad individual se daría a la fuga. La libertad, insisto, o bien en fuga o se encontraría maniatada, a bordo de un furgón kangoo y camino de la checa, que es por donde irían pasando de vez en cuando los militantes del PP, los cuales serían tratados como esos delincuentes políticos que el ministro Alonso no repara en detener para satisfacer las falsedades de José Bono.
Artículo revisado. Publicado el 27 de mayo de 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.