Ramón Jáuregui: "la Historia la están cambiando "cuatro revisionistas de pacotilla". |
Recordamos perfectamente los años en los que Ramón Jáuregui era secretario General del Partido Socialista de Euskadi PSE-PSOE: concretamente entre 1990 y 1993. Entonces ya se conocían perfectamente las tramas del terrorismo socialista (GAL) del que Rubalcaba tantos datos tenía. La cara de miedo con la que aparecía Jáuregui en todas y cada una de sus intervenciones era inenarrable; estaba en el punto de mira de ETA y él lo sabía perfectamente, así que en cuanto pudo el cobardica "emigró" a Madrid. El miedo es libre y el cobardica era muy libre de desaparecer del País Vasco. Traemos aquí a colación todo ésto porque el "intelectual" Jáuregui acaba de decir la memez de que la Historia la están cambiando "cuatro revisionistas de pacotilla". Ya dijo Policronio que alguno más de cuatro había. Nosotros hemos aprovechado esta entrada para completar "un poquillo" la lista de los historiadores "revisionistas", mejor dicho, acusados de revisionismo:
Pío Moa, César Vidal Manzanares, Federico Jiménez Losantos, Ricardo de la Cierva y Hoces, Manuel Fernández Álvarez, Rafael Casas de la Vega, Stanley G. Payne, Jesús Salas Larrazábal, Ángel Salas Larrazábal, Ramón Salas Larrazábal, María Dolores Gómez Molleda, Edward Malefakis, Antonio Elorza, Marta Bizcarrondo, Angel David Martín Rubio, Alfonso Bullón de Mendoza, Jaime Ignacio del Burgo, Juan Velarde Fuertes, Vizcaíno Casas, Jiménez Marrero, Miguel Alonso Baquer, Alfonso Ussía, Enrique Barco Teruel, Laureano López Rodó, Joaquín Arrarás, Gabriel Mario de Coca, Julián Zugazagoitia, Luis Suárez Fernández, Angel Maestro, José Orlandis, Angel Palomino, José Luis Comellas, Gonzalo Fernández de la Mora, Tomás Borrás, Enrique Castro Delgado, Félix Schlayer, Steven Koch, Jaime Tovar, Luis Romero, Fernando Schwartz, Luis Lavaur, José Antonio Vaca de Osma, Mary R. Habeck, Ronald Radosh, Grigory Sevostianov, José Martínez Bande, Vicente Carcel Ortí, Enrique Fuentes Quintana, Francisco Torres, Fernando del Rey, Pedro González Cuevas, Eduardo González Calleja, Torcuato Luca de Tena, Juan Ignacio Luca de Tena, Fernando Rivas, Enrique Aguinaga, Emilio González Navarro, Jorge Semprún, José Luis Alfaya, Martínez Bande, Antonio Montero, Gonzalo Redondo, Vicente Cárcel Ortí, Luis Romero, Burnet Bolloten, Carlo Seco Serrano, Lorenzo Morata, Hermenegildo Franco...
Bien, ya ven que no son "cuatro"... pero vayamos al meollo de la cuestión. Si a día de hoy existe algún revisionista ese es Rodríguez Zapatero. En 1978 se aprobó una Constitución consensuada entre franquistas y antifranquistas, basada en la concordia y en la no reivindicación de ningún pasado de corte guerracivilista: ni de unos ni de otros. Ese era y es el activo fundamental de la Constitución monárquica de 1978. No existe pues ningún tipo de legitimidad supuestamente republicana en dicha Constitución, y mucho menos en la hiper masónica y socialistizada Constitución republicana de 1931. Por ello, cuando el guerracivilista Zapatero reivindica el carácter republicano de la actual Constitución vigente en nuestro antiguo país cabría decirle a este suicida kerenskiano que España y los españoles no vamos a pasar por su revisionismo histérico. Él sí que es un revisionista de pacotilla, un intelectual de quinta regional. Hay que decir además que tan convencido está Rodríguez Zapatero de su republicanismo jacobino, que la reforma constitucional que tiene prevista para después del referéndum del Estatuto catalán, la pretende llevar a cabo sin consensuarla con el PP. Otra diferencia más con la Constitución de 1978 y otro parecido con la de 1931.
Decía Milton Friedman: "Los gobiernos nunca aprenden. Sólo la gente aprende". Nunca ha sido tan cierta esta frase como en los actuales momentos. Este revisionismo socialista de corte guerracivilista encabezado por Rodríguez sólo puede traernos malas, muy malas consecuencias. Él sabrá quién o quiénes le empujan a ello, pero que le quede bien claro que nos tendrá siempre haciendo frente a su tosca manipulación histórica.
Autor: Smith
Publicado el 30 de abril de 2006
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