lunes, 12 de marzo de 2018

Atando cabos sobre dos momentos “gloriosos” del socialismo

La socialista Zabaleta (a la izquierda) junto a la batasuna Goirizelaia, en uno de esos momentos gloriosos en los que ambos partidos propusieron una coalición de gobierno en el País Vasco.

He leído la noticia y no me la podía creer: “Gemma Zabaleta defiende una coalición de gobierno entre el PSE y Batasuna”. Es decir, la señora apuesta por encamar al socialismo vasco con el brazo político de la banda terrorista ETA, formación ilegalizada por el Tribunal Supremo y el Parlamento español a partir de las numerosas evidencias que demostraron la complicidad entre ETA y Batasuna. Es más, en las listas de la formación política separatista, mediatizada siempre por los pistoleros a la hora de tomar cualquier decisión, a menudo se han integrado etarras convictos y confesos como Ternera o el propio Otegi, ahora casualmente reconvertido a “líder que ha hecho un discurso por la paz”, según Zapatero, pero en cualquier caso de historial ampliamente delictivo al servicio de la banda criminal, con tres sentencias que lo confirman y algún que otro juicio aún pendiente. ¿Qué fechorías socialistas conocerán los etarrófilos para que éstos se hayan convertido de la noche a la mañana en santos varones? ¿Acaso el 11-M?, ¿les suena?


Si al final resulta que Batasuna y PSE se asocian para formar gobierno en el País Vasco, no quiero ni pensar cuáles serían las consejerías adjudicadas a gente como Otegi. Y eso en el supuesto de que a los socialistas, aun cuando saquen más escaños, no les dé por cederles a los radicales la presidencia del Gobierno vasco. No, no es ningún disparate pensar una cosa así, un hecho semejante ocurrió ya en 1986, cuando el PNV obtuvo 17 parlamentarios autonómicos por 19 el PSE, un resultado que, al coaligarse para formar gobierno, como así hicieron, en cualquier parte del mundo le hubiera dado la presidencia a los socialistas. Pues no, no fue así, el caso es que Ramón Jáuregui se chupó cuatro añitos de vicelehendakari (1987-1991) mientras el personaje que llegó a la presidencia fue José Antonio Ardanza. ¿Quizá tuvo algo que ver, puestos a justificar las cesiones incomprensibles de los socialistas, el hecho de que el tal Jáuregui fuese el Delegado del Gobierno en el País Vasco durante los años 1983-1987? En plena época GAL, ¿les suena? 

Publicado el 30 de abril de 2006

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