Milton Friedman, el gran teórico de la igualdad real. |
Decía Milton Friedman que "una sociedad que pone la igualdad por encima de la libertad acabará sin igualdad ni libertad". El Partido Socialista está desarrollando una campaña de explicación del anteproyecto de la Ley de Igualdad. Lo peor de todo es que la campaña, coordinada por la Secretaría federal de Igualdad, tiene como lema: “La Igualdad, compromiso de Ley”. Es decir, que aquí somos todos iguales por narices y sanseacabó.
El socialismo zapateril, alejado en este aspecto del machismo de Indalecio Prieto y compañía, cree que la igualdad de oportunidades para las mujeres debe entenderse como un derecho legal de la ciudadanía. O sea que hay que decretar la efectividad de la relación hombre-mujer en todos los ámbitos de la vida.
- conciliación del trabajo
- vida personal y familiar
- permiso de paternidad autónomo del de la madre
- fomento de la corresponsabilidad en las labores domésticas y en la atención a la familia
- igualdad de trato y oportunidades en las políticas públicas y en los ámbitos privados de actividad económica
- eliminación de las diferencias retributivas
Y decimos nosotros... ¿Pero no es la propia sociedad y el mercado quienes mejor regulan todas estas cuestiones pagando más a las mujeres y hombres que más valgan y castigando a los que menos aporten a la empresa o a la sociedad? Este tipo de empeños demagógicos por igualar a las mujeres con los hombres terminan por perjudicar a las mujeres más valiosas que, según reclaman los igualitaristas, tendrán que percibir el mismo sueldo que hombres menos válidos en aras a una ficticia igualdad.
Es curioso pero tanta igualdad, tanta necedad y luego, a la hora de la verdad, el socialismo no genera más que diferencias y privilegios allá donde gobierna.
Volviendo a Milton Friedman, premio nobel de economía en 1976, decía éste que "la gran virtud de un sistema de libre mercado es que no importa de qué color sea la gente; no importa cuál sea su su religión; solo importa si pueden producir algo que quieras comprar". A los socialistas sí les importa quién te compra o vende. La mitad de ellos han de ser hombres y la otra mitad mujeres. Y para ser justos, la mitad debieran ser mayores de 40 años y la otra mitad menores; un tercio zurdos, otro tercio diestros y el último tercio ambidiestros. ¿Entienden ahora lo que es la igualdad de verdad?
Autor: Smith
Publicado el 21 de abril de 2006
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