lunes, 26 de febrero de 2018

Zapatero el nacionalista económico


El demagogo bananero Rodríguez Zapatero desprecia a España, a la nación española, a los españoles en definitiva. Ahora bien, ello no es óbice para que el secretario general socialista esté demostrando estas jornadas una sórdida vocación por una vieja doctrina, el nacionalismo económico -catalán o español, no sabemos-, que está generando unas reacciones en cadena por toda Europa cuyo desenlace se nos antoja completamente imprevisible.


Al margen de la estrambótica, castrista, y chavista (intervencionista en una palabra) decisión gubernamental de frustrar la OPA de E.ON, parece bastante evidente las consecuencias políticas del disparate zapateril, que van a dejar unas secuelas nada positivas para España en Europa y en el mundo. En este sentido, señala Hispanidad (enlace roto): "Las relaciones entre Madrid y Washington son horribles. Bush no quiere ver a Zapatero ni en pintura. Las razones son de todos conocidas. Ahora bien, lo que cada vez está más claro es que las relaciones entre Madrid y Berlín no son mejores. Angela Merkel, que ha tendido un puente a Washington, tampoco soporta al Presidente del Gobierno español. Un detalle: Alemania lleva más de seis meses sin embajador en Madrid, señal de lo mucho que a Merkel le interesa mantener unas buenas relaciones con España".

Y ¿alguien se extraña de ello? Estamos, señores, ante un Presidente del Gobierno que en el mitin de Dos Hermanas no lanzó ni una palabra sobre la protesta de las víctimas del terrorismo. Entonces, ¿qué le va a importar la situación de los consumidores y accionistas de Endesa o la decadente marcha de la política internacional española? ¿Cuándo se enterará el centenario socialismo que los gobiernos y los políticos sólo entorpecen la libre concurrencia mercantil de las cosas?, ¿cuándo? Lo acaba de decir Mariano Rajoy en la presentación del volumen Los indicadores del cambio. España 1996-2004, en FAES: al Gobierno “le importa más demostrar quién manda que los intereses de los consumidores y el respeto a los accionistas. Aquí importa más quién manda,  que el prestigio de España”. Prestigio que, como hemos señalado arriba, está por los suelos.

Autor: Smith
Publicado el 27 de febrero de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.