Este fin de semana hemos estado en Salamanca. Allí hemos podido comprobar in situ el nuevo impulso dado por la alcaldía charra a la campaña contra la fase final del atraco que Zapatero y Caldera pretenden hacer a Salamanca, a Castilla y León y, en general, a todos los españoles, privándonos de la unidad del Archivo de la Guerra Civil. La célebre frase "Venceréis, pero no convenceréis", pronunciada por Miguel de Unamuno durante la Guerra Civil en la Universidad de Salamanca en un enfrentamiento con el general Millán Astray, está siendo usada por el Partido Popular para recordar el expolio que se pretende llevar a cabo por la salida de documentos del Archivo de la Guerra Civil reclamados por la Generalidad.
El lema estará presente en 200 vallas publicitarias que están siendo instaladas por el PP en diferentes puntos de las carreteras de la Comunidad castellano-leonesa y en distintos núcleos urbanos salmantinos. Actualmente, el lema preside el balcón del ayuntamiento de la capital y las vallas publicitarias están siendo colocadas a lo largo y ancho de la provincial. En ellas, junto al lema del filósofo y escritor bilbaíno aparecen las tres cabezas visibles del expolio catalanista: José Luis Rodríguez Zapatero, Josep Lluis Carod Rovira y Jesús Caldera, responsables directos del robo que se pretende llevar a cabo.
La Real Academia de la Historia emitió el pasado mes de enero un informe en el que se establece que, desde el punto de vista de la investigación y de la gestión archivística, debe preferirse la integridad del Archivo puesto que su valor es fundamentalmente histórico, garantizando el uso de su documentación para fines jurídicos, administrativos o de reclamación de derechos cuando todavía sea menester.
Bueno, el caso es que los descendientes de Unamuno han salido un tanto respondones y han calificado como una «perversión e indecencia» el uso de la frase de Miguel de Unamuno. ¡Qué pena dais unamunitos! Una vez más se demuestra que en este país cada cual hace la guerra por su cuenta. Si ahora no se van a poder usar frases de don Miguel ni para defender los derechos de la Salamanca a la que tanto quería, lo mejor sería arrojar todos y cada unos de sus escritos por la taza del WC de los hogares españoles porque, al paso que vamos, ya no nos van a dejar defender nuestros intereses ni con los clásicos. ¿Pero quién narices será el tal Luis Miguel Santos Unamuno para decir a los demás si podemos usar o no la susodicha frase de su bisabuelo?
Salamanca, una provincia tranquila como pocas, que apenas ha sido motivo de problemas para España en los últimos siglos, no va a dejar que los dirigentes socialcatalanistas, que están haciendo del resto de España su particular cortijo, se vayan de rositas. A pesar de ello, empresarios y autoridades, están demostrando tener bastante más dignidad que la de los mezquinos sátrapas de otras comunidades. Una vez más, Salamanca nos ha dado una lección de honorabilidad a todos los españoles. Y no digamos ya a los miserables de turno...
Autor: Smith
Publicado el 5 de diciembre de 2005
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