martes, 6 de febrero de 2018

Curriculum vitae


Es una lástima que los nuevos chicos de la gasolina que querían pegarle fuego a la COPE en Barcelona, no tengan nada mejor en qué ocuparse y con menos de 17 años piensen, por contra, que están labrando su futuro luchando por una causa justa, mientras los promotores del verdadero odio les roban su juventud y les marcan de por vida. No es extraño que tan altos ideales cundan entre los jóvenes a la vista de los aguerridos encadenados de Madrid que bajo la mirada paternal de Puig y Tardá, impedidos estos para sentir vergüenza pues probablemente no hayan tenido ocasión de conocerla, crean haber anotado una nueva y espectacular entrada en su currículo. Logros magníficos de los que hablarles algún día a sus nietos, cual desembarcados por la libertad en una nueva Normandía. ¡Qué recuerdos aquellos!


Aportaciones de este tipo, de probado valor y sacrificio personal, tal vez logren que a base de perseverancia les lleven a conducir solitos los siguientes comandos de las juventudes hitlerianas de ERC. Todo un ejemplo a seguir, a la vista de las iniciativas de sus jefes ideológicos, que nos recuerdan aquel diccionario humorístico que definía la palabra honorabilidad como la habilidad para aparentar que uno es honorable. Me pregunto por los empleos que uno puede llegar a conseguir a base de acciones tan honorables. Cuando uno se enfunda el disfraz de honor-habilidad debe pulir su lenguaje de modo que cada tres palabras pronunciadas, incluya una que demuestre principios a los que nadie podría poner reparos. En particular, aquellas de amor, concordia, solidaridad, respeto y sobre todo “sentido de Estado”. Ya decía Aldous Huxley en su famosa cita que "Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje".

Gracias a los verdaderos responsables, que justifican los ataques a la libertad de expresión y a cualquier otra clase de libertad, estamos acumulando un terrible currículo vital colectivo que nos impedirá por mucho tiempo encontrar, no ya trabajo y oportunidades, sino la dignidad y el tiempo perdidos en un laberinto de deseos y odios egoístas y en el que el esfuerzo que dignifica brilla por su ausencia, mientras lo importante son las soluciones de todo a cien, en las que los ciudadanos españoles deben implicarse personalmente, deseosos como están por mejorar su futuro individual y conjunto, mientras ven disminuir día a día sus derechos y libertades en beneficio de fondos de armario ajenos. Vamos, nacionalistas radicales.

Autor: Perry
Publicado el 6 de diciembre de 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.