El Gobierno Zapatero ha designado ayer al alcalde de La Coruña y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Francisco Vázquez, embajador ante la Santa Sede con la esperanza de que mejoren las relaciones entre España y el Vaticano. Mucho va a tener que trabajar Vázquez para suavizar las tiranteces provocadas por las coces laicistas que Zapatero viene dando a los católicos en general y a la Iglesia Romana en particular.
Tiempo habrá de analizar las gestiones de Vázquez al frente de la embajada española en el Vaticano y si dicho nombramiento servirá al Gobierno para quitarse de enmedio a un político que a buen seguro iba a mostrar públicamente su disconformidad con el proceso de rendición que se avecina. En cambio, sí que queremos comentar algunas cuestiones que han surgido en determinadas tertulias y mentideros a colación de la trayectoria política de Vázquez.
1º Gestión al frente de la alcaldía de La Coruña: Nadie va a poner en tela de juicio las enormes mejoras que la ciudad herculina ha vivido durante los años en los que Vázquez ha dirigido el concejo coruñés. Ahora bien, siempre nos hemos preguntado si no se señala con excesiva frecuencia que tal o cual alcalde ha dado un impulso "sin precedentes" la ciudad en la que lleva la alcaldía. El caso de Vázquez es uno más de la amplia lista que podríamos completar con nombres como Barberá, Aguirre, Gallardón, Maragall... Todas las ciudades por las que han pasado todos ellos mejoraron sus infraestructuras y servicios durante sus mandatos, pero la pregunta surge: ¿se debe exclusivamente a ellos el impulso modernizador de dichas ciudades o son la propia sociedad y la tecnología las responsables de tales avances? Cabría en este sentido plantearse si otros alcaldes habrían dejado Barcelona, Madrid, Valencia o La Coruña como estaban hace 20 años o si dichas ciudades habrían experimentado igualmente sustanciales mejoras con otras personas al frente de sus alcaldías.
2º Sentido común y patriotismo: Se reitera también con frecuencia que Francisco Vázquez ha supuesto un punto de sensatez y de españolismo dentro del descascarillado PSOE. Pero, la pregunta que hay que hacerse -lo que de verdad interesa a los españoles- es si la cordura del alcalde coruñés se ha hecho notar a la hora de la verdad. Porque de nada sirve apuntarse -como suelen hacer los señores Bono e Ibarra- a los discursos patrioteros si, cuando llega la hora de votar tal o cual propuesta en un congreso socialista o en un parlamento del tipo que sea, estos socialistas "españolistas" no hacen nada interesante ni productivo en las dirección que apuntamos.
3º Corrupción a raudales: Estas últimas horas habrán podido escuchar a más de un periodista quitar hierro a un asunto que lo tiene, y mucho. Nos referimos a la corrupción económica en la que Vázquez refocila desde hace lustros. Cualquier coruñés relacionado medianamente con temas inmobiliarios conoce perfectamente los pingües beneficios que su esposa viene obteniendo desde que el señor Vázquez regenta la alcaldía coruñesa. Ejemplos de corrupción de este señor, tan dado a revestirse de una aureola católica, los hay a patadas. Para que luego nos vengan diciendo que su gestión es maravillosa, que no ha habido otro alcalde mejor... Pero vamos a ver: ¿es que en política no es 'conditio sine qua non' ejercer los cargos sin beneficiarse económicamente de la posición que se tiene? Para nosotros hay una cosa que está bien clara: por muy buena que sea una gestión determinada, ciertos actos ilegales no pueden quedar tapados por otras actuaciones, por muy acertadas que estas hayan sido.
ACTUALIZACIÓN: Más ejemplos aquí.
Autor: Smith
Publicado el 11 de febrero de 2006
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