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| Rafael Vera |
¿Cómo es posible que a una persona reincidente en el delito, condenada a siete años de prisión, se le permita al cabo de un año que cumpla su condena pasando sólo dos noches a la semana en la cárcel? ¿Cómo es posible que eso ocurra, inclusive, cuando tiene pendiente otro procesamiento? ¿Qué circunstancias se dan para que determinados informes psicológicos validen lo que a todas luces constituye un incumplimiento —y por lo tanto prevaricación— de la ley penitenciaria?
La respuesta a todo lo anterior tiene un nombre: Rafael Vera, antiguo Secretado de Estado de Interior en la era de Felipe González. No se entiende que este gobierno socialista de ahora le esté ofreciendo a Rafael Vera, integrante del gobierno socialista anterior, un descarado trato de favor que nadie ve claro y aún menos cuando no ha devuelto ni un duro de lo mucho que robó y por lo que fue procesado. Nadie lo entiende, como digo, salvo que nos encontremos ante un personaje que manejó a fondo los albañales del gobierno de Mister X y posea la capacidad para revelarnos qué ocurrió el 11-M y, sobre todo, quién fue el responsable principal de un atentado tan monstruoso. Me refiero a quien se le ha venido llamando el “autor intelectual”.
Así que la pregunta surge automática: ¿Se le está pagando su silencio a Vera? Porque si es así y consideramos, además, que robó 600 millones de pesetas de los fondos del Estado, es evidente que por cada año de condena no cumplida recibirá una gratificación superior a los 100 millones. Lo cual no está nada mal para un sinvergüenza con tres procedimientos penales abiertos, uno de ellos como responsable del secuestro de Marey (trama GAL) y otro, aún pendiente de juicio, sobre la porrada de millones que volaron a Suiza para silenciar a los componentes del GAL, Amedo y Domínguez.
Por cierto, que no se me olvide añadir que me parecen demenciales los indultos obtenidos por Barrionuevo y Vera, y otorgados por el gobierno del PP, cuando sólo habían cumplido tres meses de prisión de los 13 años a que fueron condenados. Y es que el PP, absurdamente, no sólo renunció a levantar las alfombras sino que quiso congraciarse desde el primer día con un partido socialista que acabó echándose a la calle y hoy, junto a sus socios comunistas y nacionalistas, pretende excluirlo de la vida pública. Pero claro, luego son los populares los que crean la crispación. En cualquier caso, y como se afirma en numerosos medios, por ejemplo Barcepundit: “Los servicios prestados a la democracia por los que González pide su indulto [de Vera] podrían ser más recientes de lo que se piensa”.
Publicado el 5 de marzo de 2006
La respuesta a todo lo anterior tiene un nombre: Rafael Vera, antiguo Secretado de Estado de Interior en la era de Felipe González. No se entiende que este gobierno socialista de ahora le esté ofreciendo a Rafael Vera, integrante del gobierno socialista anterior, un descarado trato de favor que nadie ve claro y aún menos cuando no ha devuelto ni un duro de lo mucho que robó y por lo que fue procesado. Nadie lo entiende, como digo, salvo que nos encontremos ante un personaje que manejó a fondo los albañales del gobierno de Mister X y posea la capacidad para revelarnos qué ocurrió el 11-M y, sobre todo, quién fue el responsable principal de un atentado tan monstruoso. Me refiero a quien se le ha venido llamando el “autor intelectual”.
Así que la pregunta surge automática: ¿Se le está pagando su silencio a Vera? Porque si es así y consideramos, además, que robó 600 millones de pesetas de los fondos del Estado, es evidente que por cada año de condena no cumplida recibirá una gratificación superior a los 100 millones. Lo cual no está nada mal para un sinvergüenza con tres procedimientos penales abiertos, uno de ellos como responsable del secuestro de Marey (trama GAL) y otro, aún pendiente de juicio, sobre la porrada de millones que volaron a Suiza para silenciar a los componentes del GAL, Amedo y Domínguez.
Por cierto, que no se me olvide añadir que me parecen demenciales los indultos obtenidos por Barrionuevo y Vera, y otorgados por el gobierno del PP, cuando sólo habían cumplido tres meses de prisión de los 13 años a que fueron condenados. Y es que el PP, absurdamente, no sólo renunció a levantar las alfombras sino que quiso congraciarse desde el primer día con un partido socialista que acabó echándose a la calle y hoy, junto a sus socios comunistas y nacionalistas, pretende excluirlo de la vida pública. Pero claro, luego son los populares los que crean la crispación. En cualquier caso, y como se afirma en numerosos medios, por ejemplo Barcepundit: “Los servicios prestados a la democracia por los que González pide su indulto [de Vera] podrían ser más recientes de lo que se piensa”.
Publicado el 5 de marzo de 2006
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