Gas Natural ha puesto en marcha una importante planta de producción de energía eléctrica, de las denominadas de ciclo combinado, ubicada en el valle de Escombreras, término municipal de Cartagena. La instalación entró en funcionamiento el pasado 16 de febrero de 2006 y lo hizo sin los preceptivos permisos del Ayuntamiento, de la Comunidad autónoma (Región de Murcia) y del Ministerio de Medio Ambiente. Eso sí, la sociedad gasista contaba con la autorización del Ministerio de Industria, a cuyo frente se sitúa el problemático ministro Montilla.
Por otra parte, la Administración regional se ha dirigido hasta tres veces al ministerio de Medio Ambiente, feudo de la “acuífera” ministra Narbona, para solicitarle copia de los permisos concedidos a Gas Natural, sin que la ministra se haya dignado contestarle al Gobierno autonómico. Y no es poco lo que Medio Ambiente tendría que evaluar, ya que entre otras cuestiones deben certificarse la idoneidad de las emisiones a la atmósfera, la gestión de los residuos, los vertidos al mar y la declaración de impacto ambiental. Y alguna de esas competencias aún le corresponden al Ministerio, no así otras transferidas ya a la Comunidad murciana.
Empresas con factorías instaladas en el valle de Escombreras |
En vista de la irregular situación, en la que incluso se afirma que han surgido protestas de Iberdrola y AES Corporación —que abrirán sendas plantas similares en el mismo valle de Escombreras—, y tras una inspección realizada la semana pasada por la Consejería correspondiente, el gobierno de la Región de Murcia ha abierto un expediente a Gas Natural. Como respuesta, la empresa catalana señaló que “ha presentado toda la documentación en los organismos competentes, tiene licencia de obras y está a la espera de ultimar los trámites con la Comunidad”.
Eso está bien, Gas Natural afirma que ha presentado “toda” la documentación en los organismos competentes, pero el Ayuntamiento de Cartagena, donde se sitúa la central, y el gobierno autonómico, en cuyo territorio ha entrado en funcionamiento la instalación, no tienen ni un mal papel que justifique la puesta en marcha de una mega-planta que generará el 3,5% de la energía eléctrica de España. Me pregunto a qué entidad de este mundo considerará Gas Natural que es “organismo competente”, puesto que, por lo que hasta ahora se sabe, la central sólo contaba con el permiso de obras y el visto bueno de Montilla, el coleguilla. Hay que echarle morro, por otra parte, para iniciar la producción en una instalación de semejante calibre y afirmar que está a la espera de “ultimar trámites con la Comunidad”. Pues si se están ultimando, mentirosos, por qué no esperar un poco y ajustarse a la legalidad vigente.
Parece más cierto que la puesta en marcha se inició sin inauguración alguna, con más que probable nocturnidad y sólo haciendo correr la voz del significativo aumento de producción en los mercados financieros. Probablemente se trataba de una intentona, como al final se materializó, para que subieran las acciones de Gas Natural, ya que si prospera la OPA contra Endesa, asunto en el que Montilla trabaja en cuerpo y alma , no hay que olvidarse de que la parte más importante se pretende pagar con acciones de la propia compañía gasista. Lo que significa que el valor de esas acciones debe subir “como sea”, que diría algún gobernante socialista, del mismo modo que las de Endesa, sociedad de las que un broker simpatizante de la Secta vendió no hace mucho todo lo que pudo, deben bajar a como dé lugar.
Como liberal que me considero, no defiendo en ningún caso la burocracia administrativa. Todo lo contrario, aquí debería haberse dado la deseable situación de “ventanilla única”, o algo similar, que asegurara la totalidad de los permisos habidos y por haber. Pero igualmente creo que las leyes deben cumplirse mientras no se cambien, máxime en un caso así, en el que Iberdrola y AES pueden considerarse discriminadas y ya no hablemos de los organismos afectados de la administración local y autonómica. Da la sensación que detrás del rosario de anomalías de esta nueva operación de Gas Natural, en la que se adivina la connivencia o padrinazgo del ministro Montilla(1), se ha arrinconado con cierta alevosía a la comunidad autónoma que aloja una de las fuentes del negocio. O lo que es lo mismo, se ha calculado el precio de la sanción que pudiera serle impuesta a Gas Natural —se habla de dos millones de euros— y se ha decidido que vale la pena pagarla.
(1) Al partido del ministro Montilla, el PSC, La Caixa le condonó una deuda enorme. Y no olvidemos que La Caixa posee la mayor parte de las acciones de Gas Natural.
Vamos, que Gas Natural ha creído conveniente presentar una OPA hostil contra la Región de Murcia —si fuésemos nacionalistas podríamos hablar incluso de murcianofobia— y en lugar de ofrecerle acciones revalorizadas (léase corrección en los trámites), ha preferido entregar a las administraciones murcianas una buena dosis de desprecio y no poca de esa arrogancia que a buen seguro usarán los nacionalistas catalanes cuando se confirme, a través del nuevo estatuto liberticida y fragmentador, que Barcelona será la nueva metrópoli de “Ese resto” que quedará colonizado. Y claro, no es cuestión de que la principal sociedad de la metrópoli, Gas Natural-Repsol-La Caixa, ande pidiéndole permisos del tres al cuarto a una de sus colonias más humildes, como es Murcia. ¡Faltaría más!
¿Habría podido suceder lo mismo, pero a la inversa, con alguna empresa murciana que decidiese instalar una de sus factorías en Cataluña? ¿Se imagina alguien a Embutidos el Pozo o al Grupo de bebidas García Carrión ubicándose en el polígono de la Zona Franca, o en cualquier otro, sin los correspondientes permisos del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad de Cataluña? ¿No, no se imagina? Pues estas son las situaciones arbitrarias que el gobierno socialista de Zapatero no sólo consiente sino que además fomenta, como lo acredita fehacientemente el nuevo estatuto catalán. Es preciso, dicho en lenguaje claro, que los españoles larguemos a un tipo así del poder, mejor hoy que mañana.
Artículo revisado, insertado el 3 de marzo de 2006 en Batiburrillo de Red Liberal
PD: Nada ha cambiado respecto a las empresas catalanas instaladas en Murcia, llegaron aquí como colonizadores déspotas y siguen en la misma línea. Habrá que ver si cambian de comportamiento cuando Cataluña se independice, ya que si hubiese suerte esa independencia debería mantenerse al menos durante un año para que ciertos entusiastas secesionistas comenzaran a sopesar el enorme resbalón cometido.
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