miércoles, 28 de febrero de 2018

Patria, Constitución y Libertad


Tres son los pilares sobre los que el centro derecha tiene que aglutinar su mensaje político de cara a las próximas elecciones generales: Patria, Constitución y Libertad. Los tres son necesarios y complementarios entre sí; los tres son obligada referencia para los liberales españoles, para los patriotas que creemos en la libertad de los ciudadanos que componen este antiguo, que no viejo, país llamado España.


PATRIA: Parten de un grave error quienes pretenden plantar cara al exacerbado etno-nazionalismo vasco y catalán desde una óptica única y exclusivamente -llamémosla así- de derechos civiles, personales o democráticos. El hecho nacional es incuestionable puesto que, mientras existan las naciones y -no digamos nada- los nacionalismos, los españoles deberemos defender la nuestra con agallas. En el País Vasco y Cataluña se están pisoteando un montón de derechos civiles, pero si el País Vasco y Cataluña dejaran de formar parte de España sin que se pisotearan dichos derechos, la nación española habría quedado destruída igualmente. Por ello, consideramos imprescindible que se defienda la españolidad de todas y cada una de las regiones españolas, al igual que en los EEUU o Gran Bretaña se defiende la Patria. Sólo desde un patriotismo asentado y desde un sólido proyecto nacional se puede defender el liberalismo con garantías. Bien están los discursos teóricos de los intelectuales liberales, pero mejor resulta todavía la aplicación práctica de los mismos desde el Poder Político. Y cuando hablamos de Poder Político hay que hablar de Estados.

CONSTITUCIÓN: Vivimos el primero de los grandes asaltos a la Constitución Española de 1978. El liberalismo español ha mantenido una tradición constitucionalista que le honra y que viene a demostrar la necesidad que tiene una sociedad de tener un referente legislativo que se encuentre por encima de la vulgar disputa diaria entre los partidos e instituciones sociales y políticas. Sólo desde el respeto a la Constitución, como sucede en los EEUU, puede España abordar el futuro con garantías de éxito. Intervencionistas y secesionistas están listos para el abordaje al texto constitucional. No han sido pocas las concesiones de los "padres de la Patria" en el periodo llamado de la Transición como para que ahora se "avance" en el proceso de demolición nacional tan anhelado por los que siempre odiaron a España. En este punto no se puede ceder ni un ápice. La Constitución fue consensuada por gentes de todos los colores políticos y el rupturismo constitucional desde una exclusiva dirección nos legitimaría a los demás para poder exigir nuevas demandas en otras direcciones, posiblemente contrarias a las de quienes están abriendo la caja de los truenos.

LIBERTAD: Los españoles necesitamos más libertad. Los frentes de la coacción no es que sigan abiertos sino que cada día son mayores. Más legislación, más burocracia, más impuestos, más imposiciones nacionalistas, más socialismo, más parquímetros, más igualaciones, más multas, más regulaciones horarias... Definitivamente este no es el camino. El camino del hombre es la Libertad. Libertad de pensamiento, libertad de opinión, libertad de comercio, libertad para fumar o no fumar, menos trabas para montar un negocio, menos barreras para ejercer una profesión en cualquier comunidad española, más democracia, menos acorralamiento, más libertad de cátedra...

Patria, Constitución y Libertad. Los tres ejes obligados del discurso patriótico liberal para los próximos años. Quien pretenda acabar con (o detener) los peligros que acechan al sistema demoliberal actual desde frías posiciones intelectuales que no enamoren un poco al sentir de la sociedad, quien piense que se puede frenar al nacionalismo secesionista sin demostrar un mínimo de patriotismo español, quien pretenda combatir el yihadismo sin apostar por los valores occidentales, sencillamente habrá perdido el tiempo y, lo que es más importante, la batalla.

Autor: Smith
Publicado el 6 de marzo de 2006

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