miércoles, 28 de febrero de 2018

No os olvidamos


Banner original del año 2006. Creador: John Sherman

Hoy hace exactamente dos años se produjo un brutal atentado terrorista que dejó 192 fallecidos, miles de afectados física y/o psíquicamente, y todavía 9 heridos ingresados en hospitales. Fue un durísimo golpe -por supuesto- para sus familiares, para los españoles y para nuestras libertades. Con una aviesa intencionalidad política, los enemigos de la democracia se conjuraron para hacer saltar por los aires la convivencia nacional apenas unas horas antes de ejercer, como cada cuatro años, el derecho a votar libre y pacíficamente. Desde Batiburrillo, víctimas del 11-M: ¡no os olvidamos ni os olvidaremos jamás!


Espacios vacíos, por John Sherman

Hace dos años en una maldita mañana de marzo amanecía mi cama vacía. La radio cubría los rincones que iban desde el reciente sueño hasta el nacimiento de un nuevo desafío a la vida, de una nueva jornada. El aire se iba tiñendo de rojo y muerte por momentos, lentamente, con parsimonia. Las primeras noticias a través de las ondas resonaban por toda la estancia, retumbaban en una melodía fúnebre y siniestra. Un incidente con los trenes en Atocha, confusión. Un accidente pensé. Egoísta de mi. Menos mal que ha sido hoy y no mañana. Una explosión, dos, tres... Dios mío, ¿qué está pasando? El terror se apodera de los andenes que tan bien conozco, que tantos encuentros cargados de amor e ilusión han visto los últimos viernes.

Que caprichoso es el destino, unas horas más y mis amaneceres seguirían vacíos. ¡Asesinos! ¿cuántas camas vacías? ¿cuántas sillas vacías? ¿cuántos corazones vacíos? ¡cuanta vida sesgada! ¡Miserables! El día avanza, la vida sigue, silencio, muecas de rabia, indignación y dolor. La mañana es distinta, el atasco es distinto. Nada es igual. Llamadas, más llamadas. Estamos bien.

La oficina no es la misma. Hoy no hay tareas que cumplir, no hay prisas. Mesas vacías, silencio. Algunas se ocupan otras no. Retrasos, nervios, miradas. La mayoría llegamos al puesto. No todos. Algunos compañeros todavía se retrasan. Os seguimos esperando pero no os preocupeis por la falta amigos, dos años no es tiempo, el imborrable recuerdo de vuestra presencia es eterno, indeleble entre todos los que decimos si a la vida, entre todos los que sentimos perder un pedacito de nuestra alma aquella mañana.

¡No os olvidamos!


Los mimbres del 11-M, por Smith

Por lo demás, y a pesar de la propaganda socialistacontraria al creer generalizado de la ciudadanía, son muchas las incógnitas que rodean al atentado más terrible de nuestra Historia. Un atentado sangriento que fue atribuido inicialmente a ETA y luego a Al-Qaeda pero que, a estas alturas, no está para nada claro cuál fue el origen real y cierto del mismo. Varias cosas, en cambio, sí que son patentes a los ojos de cualquier observador:

1º) Los atentados tenían por objetivo el vuelco en las elecciones.
2º) Una extraña razón impulsa a Zapatero a plegarse continuamente ante las exigencias de ETA.
3º) En la preparación del atentado no hubo ni un sólo yihadista o miembro de Al-Qaeda.
4º) Los terroristas no emplearon la costumbre suicida de los fundamentalistas.
5º) Estuvieron implicados en el atentado mayoritariamente confidentes de la policía, pelanas y mercenarios.
6º) Los supuestos cerebros del 11-M estaban controlados por Policía, Guardia Civil y CNI.
7º) Nadie ha explicado convenientemente la "casualidad" más inquietante de toda esta historia: la simultaneidad temporal y espacial de las dos caravanas de la muerte en el transporte de explosivos.
8º) La falsedad de las pistas y la aparición de los señuelos es sencillamente flagrante.
9º) Los explosivos fueron suministrados por un confidente policial y transportados por unos mercenarios que estaban estrechamente vigilados por las fuerzas de seguridad.

Con estos mimbres, ustedes mismos podrán hacerse una composición de lugar de lo precario de las tesis oficiales sobre la masacre de hace dos años. Pero en fin, hoy, dos años después, estemos todos con la cabeza y el corazón en las víctimas, familiares y amigos de las mismas. Ellos han pagado los platos rotos de la hez del totalitarismo: el terrorismo. Vaya pues un fuerte abrazo para todos ellos. La cercanía siempre reconforta.


La pesadilla sigue presente, por Perry

Se cumplen dos años. La pesadilla sigue presente. Las imágenes de aquellos terribles días se reproducen en mi memoria. Pero no es sólo hoy, aniversario del trágico suceso. Cada día transcurrido desde aquel fatal 11 de Marzo, no he podido dejar de pensar en las circunstancias y consecuencias de los mortales estallidos. Comprendo todos y cada uno de los sentimientos: indignación, impotencia, tristeza, miedo, angustia y… compasión. Aún así, soy consciente de que el grado de intensidad con que los siento, debe estar muy lejos de lo que puedan sentir las víctimas directas supervivientes de la barbarie y las familias de los desaparecidos para siempre.

Lejos de ser un recuerdo amortiguado por el tiempo y de la fría y analítica asunción de una realidad inmodificable, permanece en mí el mismo deseo de saber, sin sombra de dudas, la verdad de lo ocurrido y la exigencia de responsabilidades a los culpables. No se trata de venganza si no de lograr algo de justicia por la dignidad de las víctimas y por la de todos los españoles. Tampoco es una compensación lo que se busca, ya no puede haberla en este caso. Por el contrario, es imperativo el derecho del pueblo español a conocer el porqué de tantas mentiras e impedimentos por parte del gobierno socialista, beneficiario directo de la masacre, que anuncia de forma tan constante sus “exhaustivas” investigaciones y el “todo está claro”, como constantes han sido sus mordazas y silencios a lo largo de estos dos años en los que ni un solo detalle adicional hemos conocido por su mediación. Que ellos lo tengan claro puedo aceptarlo. Me gustaría poder decir lo mismo.

Aquella onda expansiva fue y es sistemáticamente olvidada de forma oficial, salvo para quitar relevancia a los detalles que se van conociendo gracias a investigaciones privadas. Muchos de los que podían decir algo y no lo hicieron en la farsa de comisión de investigación montada especialmente para figuras teatrales, han sido convenientemente agraciados con destinos fuera de mano y de alcance. Otros simplemente han desaparecido de escena. Nunca mejor dicho, de escena. Porque es un puro escenario de cartón piedra recortado para la ocasión, con pistas clave que aparecen, desaparecen y reaparecen, testigos que no pueden hablar, conversaciones y contactos que no se justifican y sobre todo silencio. Mucho silencio. Y sobre el silencio, el ruido, el atropello, la indignidad y la inmoralidad más “avanzada”. Como su democracia, también de cartón piedra. Hacen suyos en exclusiva a los damnificados, haciendo distinción de los otros mil muertos que llevamos en cuenta corriente con el terrorismo, instalando la idea de que hay terrorismos que tienen justificación… y arreglo. Y para probarlo, acuerdan bajo mano la rendición preventiva del Estado con los amigos declarados del Chino, aquellos conductores etarras de la caravana B del Corredor de Henares.

Nada estará en su sitio hasta que no se desvele la totalidad de la trama criminal. Ningún español lo estará tampoco hasta que se asuma la verdad de los hechos. Me sumo con mis compañeros una vez más al dolor de TODAS las víctimas del terror, con las que sentimos que TODOS tenemos una deuda pendiente: la verdad.

Dios existe porque puso algo suyo en nosotros que nos permite discernir el bien del mal. Ese algo se abrirá paso, tarde o temprano, para ventilar las putrefactas dependencias en la que algunos pretenden encerrarnos.
Por la libertad y dignidad de todos, jamás olvidaremos.


Es preciso apelar a la Justicia, por Policronio

En el panteón de las diosas de la virtud, la deidad suprema se llama Libertad, que suele rodearse de la Justicia, la Verdad y la Dignidad. Nada más alejado de ese panteón de virtudes que unos gobernantes socialistas que mienten con descaro y lo que para ellos hace dos años era “queremos saber la verdad antes de votar” ahora lo han convertido falsamente en un “ya se sabe casi todo”. Los atentados del 11-M han marcado un antes y después en la vida española. La dignidad de las víctimas, afrentada por la trayectoria de quienes no desean que se conozca cuánto de infame se produjo en aquellas fechas tan aciagas, no tendrá su merecido desagravio mientras el conjunto de los ciudadanos, con la intervención de la diosa Justicia, no ponga entre rejas a los culpables.

Hay quien dice que la deriva radical del actual gobierno no es más que la huída hacia delante como consecuencia de un ascenso al poder logrado de modo infame. Y lo creo. Creo a quien algo así afirma, con independencia de que algunos mandatarios políticos conocieran o no, por anticipado, los planes de un atentado que a todas luces desbordó las pretensiones de sus autores “intelectuales”. Sí, hubo infamia demostrada: Mientras los cuerpos de las víctimas aún seguían calientes, en las noches de agitación y violencia que se sucedieron ante las sedes del partido que aún gobernaba, todo hacía pensar en una orgía revolucionaria y orquestada a distancia.

Y luego ha seguido la ocultación de las pesquisas y la falsedad en las pruebas, precedido todo ello por una caterva de parlamentarios que en la Comisión del 11-M lo único que no quiso fue desvelar la verdad de cuanto sucedió, como se demostró al impedir la asistencia de numerosos testigos que se propusieron por parte del PP. Es imposible, pues, no relacionar la inmoralidad ofrecida por ZP a lo largo de 24 meses, en los que ha desatado toda suerte de felonías contra España o contra algunas de sus regiones, con unas víctimas de entrañable recuerdo que le sirvieron para auparse hasta donde se halla. Cuán lamentable resulta para las víctimas haber ofrecido sus vidas a la peor de las causas: La fragmentación de la patria y la libertad amordazada.

Vaya con esos seres llevados ignominiosamente al sacrificio nuestro más conmovedor recuerdo en este segundo aniversario. Que nadie lo dude, los responsables de segar tantas vidas acabarán pagándolo, porque la justicia, tras la libertad, es la mayor necesidad que tiene un pueblo

Autores: Equipo Batiburrillo
John Sherman, Smith, Perry y Policronio
Artículo publicado el 11 de marzo de 2006

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