jueves, 15 de febrero de 2018

Nación española y región catalana

Como se ha visto con el paso de los años, Carod y sus sentimientos se fueron a hacer gárgaras y en estos días (años 2017-2018) son millones los catalanes que se manifiestan a favor de España. Es más, incluso ha surgido la opción Tabarnia como evidencia de que hay otros muchos que también tienen sentimientos.

ERC considera «inaceptable» que el término nación pase al preámbulo del Estatuto. Nosotros también y básicamente por un argumento supremo: la península Ibérica se compone actualmente de dos naciones: Portugal y España. Los republicano independentistas, en cambio, sienten, lamentan, lloran que el término "nación" se sitúe en el preámbulo y no en el articulado del nuevo Estatuto catalán, porque supone "rebajar totalmente" el texto aprobado por el Parlamento de Cataluña.


Habrá que explicar, y nunca nos cansaremos, que España es una sola nación que ahonda sus raíces en los tiempos de la Iberia prehistórica, la Hispania romana y la España visigoda. En definitiva, desde hace bastante más tiempo que la mayoría de países europeos, que, mientras España gozaba de instituciones relativamente democráticas, otras zonas de Europa andaban con taparrabos por la selva.

A todos los neonaZinonalistas de aldea y campanario habrá que recordarles que los grandes títulos de los que son tan amigos -Territorio, Nación, Estado Nacional, Soberanía Nacional...- a pocas naciones son tan aplicables como a la española. La conversión de Recaredo al catolicismo terminó fusionando los dos grandes sustratos de Hispania: el de los vencedores (visigodos, practicantes hasta entonces del arrianismo) y el de los vencidos (los hispanorromanos, en su mayor parte católicos). En pocas naciones como en la española, la soberanía territorial (la soberanía peninsular) se puede considerar como base de la nación española. El territorio de la Península Ibérica -un territorio perfectamente diferenciado y separado del continente europeo- ha sido decisivo como solar constitutivo de España. Y en pocas naciones como en la española, la historia constituye en su discurso un verdadero modelo de historia nacional. Una historia común construída sobre proyectos comunes.

Querido Carod Rovira: entendemos que nos odies; que odies a España y a los españoles. La Historia de la Humanidad siempre se forjó en base a infinidad de relaciones amor-odio. A tí, ya sabemos que papel te toca jugar en este capítulo de nuestra Historia. A vosotros, las gentes de ERC, os gustaría que el término "nación" se situara en el preámbulo y en todos y cada unos de los artículos del nuevo Estatuto catalán. Os encantaría "nazionalizar" de cabo a rabo el Estatuto Zapatuto. Pero la Verdad y la Historia están de nuestra parte, están con nosotros. Cataluña fue parte integrante de la cultura ibérica prerromana, de la Hispania Romana que rompió con las fronteras tribales, homogeneizó culturalmente la Península, creó una situación de unidad de derechos para todos los españoles y confirió a España un carácter universal. Ya lo ves Carod. Entendemos que la impresionante red de vías de comunicación de los romanos, que unieron la capital de la provincia romana de la Tarraconensis con el resto del mundo, te remueva el estómago, pero lo cierto es que Cataluña forma parte de España desde hace más de dos mil años. Y tú eres un accidente en nuestra larga y antigua Historia. Y España es una nación y Cataluña una región. Española, para más señas.

Autor: Smith
Publicado el 16 de enero de 2006

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