La bitacotriz

He reflejado en mi artículo anterior la cobardía de los barones socialistas. Un hecho indiscutible y, si juzgamos su historial de declaraciones, no exento del acostumbrado fingimiento en el lenguaje. Pues bien, no le va a la zaga, ni mucho menos, la actitud de renuncia frente al bien común, sobre todo en lo intelectual, de no pocos militantes de base que se muestran convencidos -ellos sabrán la causa- de que el socialismo sigue siendo algo más que una ideología de sectarios y destinada a los sectarios. El ejemplo más claro lo tenemos en esa red de bitácoras, paradójicamente denominada Red Progresista, en la que, salvo contadas y honrosas excepciones, se defiende a machamartillo cuantas medidas liberticidas y retrógradas impone Zapatero en la totalidad de la nación o permite que se impongan en las regiones donde el nacionalismo impera al más puro estilo Cosa Nostra.

¿Cuál es la forma en la que esa Red de sedicentes progresistas, muchos de ellos con los párpados apretados hasta dolerles, defiende al reaccionario gobierno de sus amores? Practican la crítica invariable, a menudo cargada de demagogia o manipulación, de la Oposición política y de cuantos alertamos sobre las afrentas que la democracia sufre a costa de ZP. Para esa Red, y muy especialmente para una determinada bitácora -desparecida del mapa al cabo de pocos años-, cuya autora es Jessica, que cada vez que tiene una merma de visitas (igual a pérdida de credibilidad) nos acusa a nosotros los de Red Liberal de golpistas o fascistas, buscando descaradamente que su fracaso no sea tan apabullante, ya que el mal gobierno -y las leyes a todas luces injustas- para ella no parece que cuenten para nada. Sospecho, asimismo, que considera a la autocrítica como algo que no esa de este mundo y, en su caso, la evolución intelectual se mantiene siempre regresiva o en fanatismo ascendente.

¿Cómo puede alguien decoroso, entresacando frases de contexto mediante el viejo truco de destacar una parte en negrita, llamarme ahora poco menos que golpista, cuando en su día defendió con descaro, y más de una falsedad, el estatuto catalán recién aprobado por el Parlamento autonómico? Entonces ya se sabía que la aberrante ley era inconstitucional, de ahí que su aprobación fuese el equivalente a un serio intento de golpe de Estado. Pero ella, erre que erre, se empecinó en decirnos lo contrario a todos los discrepantes y en acusarnos de no haberlo leído. ¿En qué quedó toda aquella parafernalia y soberbia de una blogger con anteojeras? En nada, en un fracaso comunicativo tras otro y en el abandono de unos cuantos de sus socios de Red "Progresista".

Respondió de algún modo la frustrada bitacotriz cuando hasta el propio ZP, inductor de la gran pifiada, dijo que dejaría el estatuto limpio como una patena, lo que equivalía a decir que era algo sucio y sólo aceptable por la gentecilla de fidelidad contrastada con el sectarismo-nacionalismo-cazurrismo. Respuesta: Niente, ha seguido compulsivamente dedicando su tiempo a narrar lo perversos y lo fascistas que somos quienes, desde una posición siempre integradora, amamos la libertad y la igualdad ante la ley, algo que no se da, ni de lejos, en el gobierno tripartítico que ella tanto admira y defiende. 

Chesterton nos dijo: Desde la aurora del hombre, todas las naciones han tenido gobiernos, y todas se han avergonzado de sus gobiernos. Hay una excepción evidente a la cita del gran escritor británico: La del progre socialista -he aquí un conspicuo representante de esa corriente-, que prefiere siempre el fetichismo de lo supuestamente social, a contracorriente de la Historia, incluso a sabiendas de que sus dirigentes jamás le concederán la esperanza de contemplar una política mínimamente aseada. Sí, cualquier fetichismo encaminado al no pasarán le es válido antes que decidirse a pensar libremente y, en consecuencia, a abandonar para siempre el bando de los que poseen la integridad muy tamizada. 

Así lo hice yo en su día, nena de mis pecados, tras permanecer embaucado por la retórica izquierdista antes de que tú nacieras y, no sabes lo bien que sienta, alejado hace años de ese nido de hipocresía según la cual se predica barlovento y se practica sotavento. Sí, ese nido de ideas retroactivas, convertido a menudo en madriguera, desde donde además -tú eres un buen ejemplo de ello- se calumnia con audacia para defender a la Secta.

¡Lo que hay que hacer para alcanzar a malas penas las 100 vistas diarias! ¿No, amiga? Pero no te preocupes, "admiradísima" bitacotriz, hoy te regalo yo unas cuantas. 

Artículo revisado y enlaces actualizados a 2018

Publicado inicialmente º12 de enero de 2006