El vicepresidente de ICV y senador de la Entesa Catalana de Progrés, Jaume Bosch, ha presentado una pregunta en el Senado en la que plantea al Gobierno que tome medidas contra la cadena de hipermercados Alcampo "por incitar al boicot de productos catalanes". En otras palabras, ICV-ECP apuesta por hacer el boicot a una cadena de hipermercados que no coloca los productos alimenticios como los naZis catalanes quieren. O sea, como aparece en las fotos del reportaje de Minuto Digital y que, da la coincidencia, que son de un establecimiento de la misma cadena, Alcampo.
Parece lamentable que ningún partido político haga frente a la nazificación de Cataluña. La tibieza con la que el PPC ha acogido la nueva Inquisición Audiovisual de la Cataluña es suficientemente sintomática del tancredismo de los peperos catalanes. España, la Constitución y la Libertad, en este caso la de expresión, son aspectos totalmente secundarios en la política del submarino convergente Josep Piqué. Aquí se acaba de aprobar la creación de un organismo censor cuyo único objetivo va a ser la COPE y la prensa no afecta al tripartito socialista-nazionalista y parece que no pasa nada. ¡Bravo Piqué!
A raíz de esta normativa, el CAC podrá imponer sanciones a los medios de entre 90.001 y 300.000 euros, así como la suspensión de actividad por tres meses, para las infracciones "muy graves" de esta ley. El problema, amigos, es que, como ha señalado el diputado del PPC Santiago Rodríguez, nadie que no sean los tribunales de justicia pueden pronunciarse sobre aspectos que son eminentemente subjetivos para calificar una infracción como "muy grave" y poder así dictar la suspensión de la actividad de un medio. Pero eso, señor Rodríguez, sólo pasa en las democracias. Las dictaduras funcionan de otra manera. Sobre todo la catalana.
Autor: Smith
Publicado el 20 de diciembre de 2005
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