Mitad monje, mitad soldado |
¿Se acuerdan de aquello de mitad monje, mitad soldado? Pues bien, como en casi todo, Stalin fue mucho más lejos que otros. Según algunos archivos moscovitas recientemente descubiertos, "Koba" intentó crear una estirpe de super guerreros mitad simio, mitad hombre insensibles al dolor y a la dureza. Parece ser que lo de la raza superior y el superhombre de Nietzsche, caló en algún sitio más que en Alemania.
Según esta noticia de News Scotsman (enlace 404), durante los años 20 el Politburó comunista exigió a la Academia de la Ciencia soviética que construyera un tipo de máquina humana de guerra, que hiciera invencible al Ejército Rojo. A un científico llamado Ilya Ivanov, le fue ordenado que cambiara sus habilidades y conocimientos sobre los caballos y el trabajo animal para idear un super-guerrero rojo. Stalin dijo personalmente al científico lo siguiente: "Quiero un nuevo ser humano invencible, insensible al dolor, resistente e indiferente a la calidad de la comida que coma". El humanitarismo del padrecito Stalin, ya saben. Dado que la idea, por disparatada, no pasó a mayores, Stalin dió el premio que acostumbraba al antropólogo Ivanov: cinco años de prisión, que fueron "generosamente" cambiados por cinco años de confinamiento en Kazakhstan. Corría el año 1931. Al año siguiente, Ivanov moría casualmente. Estas cosas pasaban a menudo.
Detalles como éste, naturalmente, no eran contados por los estalinistas españoles José Díaz, la Pasionaria y Santiago Carrillo. No sabemos si conocían todas las fechorías de Stalin, pero sí sabemos que nos hablaban, por ejemplo, del caviar que comía el proletariado en el paraíso socialista; ya saben, el Planeta de los Simios.
Autor: Smith
Publicado el 20 de diciembre de 2005
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