En 2005 casi un 8% menos de cava

Antoni Siurana. Es de lo más complicado justificar que un sujeto como este, que ha pasado por infinidad de cargos políticos, no haya aprendido nada en su larga etapa en el "Pesebre" y cada vez que habla suelte un disparate. Vean, vean algunos de sus "comederos": Concejal del Ayuntamiento de Lérida (1979-2003). Alcalde de Lérida (1979-1987). Diputado por Lérida en el Parlamento de Cataluña (1984-2006). Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Lérida (1987-1989). Alcalde de Lérida (1989-2003). Consejero de Agricultura y Pesca de la Generalidad de Cataluña (2003-2006).

Entre otros datos, puede leerse lo siguiente en Minuto Digital: “El consejero de Agricultura de la Generalitat, el socialista Antoni Siurana, comparó el boicot a los productos catalanes con el que promueven sectores radicales del mundo musulmán contra las mercancías de Dinamarca en represalia por la publicación de unas caricaturas de Mahoma en la prensa de este país. Añadió que en 2004 las autoridades del Tripartito catalán se tomaron el boicot “como una anécdota” y que ahora se lo tomarán “más en serio” para “convencer de la calidad y de la bondad de este producto”.

Que yo sepa, demagógico consejero, en España nadie ha promovido el boicot al cava catalán por razones religiosas aun cuando Maragall y Carod no dejaron de comportarse como dos auténticos herejes. Luego el boicot de quien ha pasado olímpicamente del cava en ningún caso es comparable con el de los radicales musulmanes, ¡faltaría más! Porque si aquí hay algún colectivo que merezca ser tachado de radical, si no de algo peor, ese es el de los nacionalsocialistas al que tú perteneces. Y qué mayor radicalidad que unas afirmaciones tan ofensivas para quien no ha hecho sino ejercer su libre voluntad de comprar o no un producto y se ha mantenido bien alejado de la violencia de los musulmanes.

La pregunta más bien sería: ¿No será que el nacionalismo, respecto a la imposición ideológica y la falta de libertad, guarda una gran semejanza con el islamismo? En cualquier caso, vayan tomando nota de que no es la calidad lo que cuenta en el cava, sino la mala uva que el nacionalismo despierta con sus boicots iniciales, como el de la candidatura olímpica de Madrid y ese “consuma productos de casa” que con dinero público los radicales catalanes llevan proponiendo desde hace tres años. Lo cual no deja de ser un boicot y encima cargado de farsa.  

Publicado el 7 de febrero de 2006