Escuadra de galeones españoles, conocida como Flota de Indias. |
María Saavedra, profesora de Historia de América del Instituto de Humanidades Ángel Ayala, vía Minuto Digital, nos ha ayudado a desenmascarar el redivivo indigeno-leninismo, tan de actualidad gracias a Hugo Chávez, Evo Morales y demás políticos de la extrema izquierda ibeoroamericana que aprovechan cualquier ocasión para atacar a España y a los españoles.
Es curioso cómo los adalides del "progresismo" universal apoyan las causas tribales más retrógradas. Una vez más, el mito progresista se desploma ante la cruda realidad del atraso real al que la izquierda quiere condenar al mundo entero.
La profesora de Historia de América señala entre otras cosas:
1. La Corona española jamás tuvo como objetivo en América el genocidio. El español demostró con su conducta que no le interesaba en absoluto arrancar del continente americano a su población nativa. Aparte de que, de haber existido genocidio, no habrían quedado indígenas.
2. España fomentó la creación de escuelas, colegios y Universidades. Recordemos la temprana fecha de fundación de la Universidad de Santo Domingo (1538), seguida muy pronto por las de Lima y México. O la de San Francisco Xavier de Chuquisaca, en Bolivia, creada en 1624.
3. Uno de los objetivos prioritarios de los Austrias fue la evangelización de los indígenas. La evangelización de América es una epopeya misionera que no se puede olvidar. No es justo que algunos quieran formular una leyenda negra. Si bien hubieron sombras, no se puede olvidar la extraordinaria obra de evangelización llevada a cabo por innumerables santos misioneros que en su gran mayoría lo dejaron todo para servir a los indígenas.
4. Gran parte de los pueblos pasaron de formar parte del Imperio Inca al Imperio Español. La región del Kollasuyu, una de las cuatro que formaban el Tahuantinsuyu (territorio dominado por los Incas), que ahora reivindican algunos líderes indígenas como base de un futuro Estado Autónomo Aymara, no era independiente a la llegada de los españoles.
5. Las leyes civiles favorecían en el trato a los nuevos súbditos. Durante la época de los Virreinatos el indio recibía exactamente el mismo trato que el resto de los súbditos de la Corona: es decir, un indígena americano recibía la misma consideración que un campesino de Castilla. Con una salvedad: durante años se les consideró “menores de edad” y, por tanto, menos responsables de sus acciones que los nacidos en Europa.
6. El movimiento indigenista esté promovido por la izquierda. Los movimientos indigenistas, con toda su carga de racismo, nacen en la segunda mitad del siglo XX y son directamente promovidos por los ideólogos de orientación marxista-leninista empeñados en crear el caldo de cultivo social de la revolución marxista. La izquierda se ha aprovechado de situaciones sociales realmente injustas para mezclar conceptos y embarcar a los indígenas en batallas radicales contra el capitalismo, el neoliberalismo, España y los EEUU.
7. Gran parte del continente americano unió su destino al de la Península Ibérica a partir de 1492. Durante tres intensas centurias se construyó la base de la comunidad iberoamericana: una lengua, una cultura, una religión. Tratar de eliminar este período de la historia es –aparte de imposible- un serio error, que crearía una brutal crisis de identidad entre los americanos.
Se podrá discutir si España actúo bien, mal o regular durante la colonización hispanoamericana. Lo que ya no es justificable es, a estas alturas, negar determinadas realidades. Y si no, compárese lo que hizo España y el legado cultural que dejamos, con la actuación de otras potencias colonizadoras como Inglaterra, Francia y Holanda. Por no hablar del genocidio -éste sí- que, en nombre de la Revolución Soviética, que propició Moscú a lo largo y ancho de toda la geografía de la extensa URSS, donde al margen del llamado "genocidio comunista" hubo un bestial "genocidio patriótico" como el que sufrió el pueblo ucraniano en la década de los años 30 del siglo XX a manos del sanguinario Stalin, tan querido por los Carrillo, Pasionaria, Neruda y Alberti. Porque todos estos indigeno-leninistas como la falsaria Rigoberta Menchú, financiados y promovidos por la Cuba de Fidal Castro y la Internacional Socialista, ¿qué piensan de los genocidios propiciados por las ideologías que ellos mismos promueven?
Autor: Smith
Publicado el 30 de enero de 2006
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